En una norma que ya es vieja pero que pretende ser cumplida a rajatabla, durante la semana pasada la Secretaría de Transporte de la Provincia de Santa Fe ordenó a todas las empresas de colectivos acatar las disposiciones oficiales.
Eso incluye que las unidades respeten su capacidad y no sumen más pasajeros que deban viajar parados. La orden bajó el jueves pasado desde los encargados de las firmas de transporte a los choferes de las empresas de la región como Tata Rápido, Galvense y Serodino.
No obstante, con la cumplimentación de esta normativa y la falta de previsión en cuanto a la cantidad de personas que viajan, durante viernes, sábado y domingo hubo decenas de quejas de usuarios.
Se trata de personas que quisieron viajar pero el colectivo no frenó en la parada porque “ya estaba lleno”. Los choferes cumplen con la orden, y desde las empresas se comprometieron a poner refuerzos en los horarios picos, pero evidentemente no es suficiente.
Desde las diferentes firmas afirman que llevará un tiempo ir acomodando las frecuencias para sortear estos inconvenientes, pero lo cierto es que se ha complicado sobremanera la forma de viajar de la gente por la falta de previsión.
“Estuvimos dos horas esperando, el anterior nos dejó pagando, queremos hacer el reclamo”, denunciaron varias personas en una parada de colectivo al norte de San Lorenzo cuando pudieron, al fin, viajar, el pasado sábado por la mañana.
Así los relatos se repiten y llueven las denuncias a los teléfono de las boleterías, en las hojas de los libros de quejas y también ante la Comisión Nacional de Regulación del Transporte.
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