Las obras para que el tren de Belgrano Cargas llegue con los granos a los puertos de la región continúan desarrollándose en Oliveros y los trabajos se focalizan en el nuevo puente ferroviario sobre el Río Carcarañá. Calculan que podría estar listo para febrero de 2020, previo a la primera gran cosecha del año.
Los obreros ya completaron más de la mitad del montaje y según pudo saber Info Más, ya se colocaron cuatro de los seis pilotes sobre los que van las vigas. El nuevo puente tendrá una longitud de 100 metros y estará compuesto por cuatro tramos, con 4 vigas en cada uno dispuestas en forma paralela.
Poseen 25 metros de largo, 1,10 de alto y un peso de 52 toneladas cada una. Una vez colocadas las vigas, se procederá a construir la losa de hormigón y luego, sobre ella, las vías y durmientes.
Cabe destacar que el puente se encuentra paralelo al tendido eléctrico de alta tensión que cruza sobre la Ruta Nacional 11, muy cerca del Canal Serodino, donde Mauricio Macri estuvo inaugurando la renovación de vías meses atrás.
Los trabajos se completan con la construcción de una playa ferroviaria en Oliveros con capacidad de recibir trenes de hasta 100 vagones. Esta obra ya está en marcha y recientemente ingreso los primeros trenes de trabajo en sus vías. También se está construyendo un nuevo ramal de acceso compuesto por 10 kilómetros de vías en las terminales. La inversión en estas obras asciende a US$122 millones, de los cuales el 70% es privada y el restante 30% del Estado Nacional.
«El proyecto que estamos encarando en los puertos del Gran Rosario es clave para seguir potenciando la reactivación del Belgrano Cargas y la actividad productiva de todo el norte de la Argentina. Transportar y exportar más toneladas supone crecimiento, empleo y desarrollo económico. Para que esto ocurra, el rol de una infraestructura moderna y funcional es clave y durante estos cuatro años hemos hecho avances históricos», comentó Guillermo Fiad, presidente de Trenes Argentinos Infraestructura.
En la próxima cosecha en 2020, el tren podrá más que duplicar la cantidad de granos transportados, pasando de 700.000 toneladas anuales a 1,7 millones. La llegada directa en tren del cereal a las terminales implica menos costos logísticos para los productores, con una reducción de casi un 30% en el costo del flete, según destaca Rieles.com.
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