“Hemos leído una serie de barbaridades y queremos llevar tranquilidad a nuestro vecinos. Nosotros desarrollamos una actividad necesaria porque tratamos residuos que generan las industrias y es algo que debe llevarse adelante de todas maneras, porque si no los residuos serían dispuestos de forma inadecuada y generarían contaminación”, expresó a LaCapital Claudia Kalinek, la vicepresidenta de la empresa Pelco SA, cuya planta ubicada en las afueras de la ciudad de Puerto San Martín sufrió, hace ocho días , un incendio que generó daños materiales, y por el que algunos vecinos de la zona manifestaron ante militantes de organizaciones ecologistas algunos problemas respiratorios.
“Lo ocurrido fue una contingencia a raíz de un residuo que no fue identificado como debía ser. No se trató de una cantidad mayor, y provino de un cliente recurrente cuya identidad queremos preservar, porque aún se están desarrollando los peritajes y los análisis que encargamos a un laboratorio externo. En la carga, llegó este producto —que podría llegar a ser materia prima descartada por nuestro cliente; específicamente, hidruro de sodio, que habitualmente reacciona cuando toma contacto con el agua —, pero aún no fue confirmado por el laboratorio”, indicó la empresaria para desmentir algunas apreciaciones y señalar la existencia desde hace tiempo de una “campaña mediática” contra la empresa que dirige y orienta algún competidor.
Kalinek desestimó las denuncias de los ambientalistas referidas a la falta de controles. “Este tipo de actividad está muy regulada y es mentira que no tenemos controles. En lo que va del año recibimos prácticamente una inspección cada diez días y no sólo desde las autoridades de la provincia, sino también de la Nación, porque también estamos habilitados en ese nivel y en el de la Municipalidad local”, señaló Kalinek, una empresaria radicada en Tigre, provincia de Buenos Aires y con una planta similar a la de Puerto San Martín, en Benavídez, quien desafió a cualquier otra industria no sólo del cordón industrial a mostrar tantas inspecciones como las efectuadas en nuestros establecimientos y de las que hay actas”.
Además dijo que “el personal está capacitado para estas ocasiones y por eso no pasó a mayores ni hubo heridos. Sólo se necesitó brindar alguna asistencia a la persona que estuvo sofocando el foco inicial y ese mismo día se fue a su casa”, y acotó que “la actuación de los bomberos se debió a la puesta en marcha del dispositivo de contingencia, con la actuación de nuestra brigada, tal como está previsto”.
Kalinek, además, desmintió la existencia de explosiones denunciadas. “No hubo explosiones porque el producto que podría haber desatado lo ocurrido no estalla. Tampoco hubo rotura de vidrios en el barrio porque nuestra planta está en un zona rural en la que no existen asentamientos, Ni siquiera se rompieron los nuestros”, señaló.
La ejecutiva hizo referencia a “la existencia de intereses que direccionan las denuncias hacia nuestra compañía”, y acusó a un ex empleado de la empresa que hoy trabaja para una competidora en el rubro en la zona.
Además consideró que “la incineración es una técnica que es aplicada en todo del mundo para reducir residuos que no pueden tratarse de otro modo. Se trata de enterrar luego de la incineración para achicar el volumen del residuo peligroso”.
Fuente: La Capital
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