La mujer sanlorencina desapareció hace exactamente seis años atrás y hasta el día de hoy, pese a la larga investigación y lo poco o mucho que se pudo saber sobre el caso, la familia de Paula Perassi continúa la búsqueda.
Paula, con 34 años, había salido de su casa tras recibir un llamado pero nunca volvió. Estaba embarazada de su amante, Gabriel Strummia, un empresario de Puerto San Martín, de 41 años,y se sospecha que podría haber fallecido producto de un aborto forzado, también que escondieron su cuerpo con varias complicidades, entre ellas de la propia policía.
Era lunes, 18 de septiembre de 2011, su hija no había regresado y su papá, Alberto, empezó junto a su esposa, la desesperada búsqueda de la verdad y de Paula, una búsqueda incansable que continúa hasta hoy en día y por la cual debió pasar infinidades de injusticias. Tanto, que hasta debe salir a la calle con chaleco antibalas por las amenazas recibidas y hasta se encadenó en la puerta de Tribunales para recibir respuestas.
Recién en octubre de 2012, el juez Filocco procesó y detuvo a Strummia y a uno de sus empleados, Antonio Díaz, por “homicio simple”. Sin embargo, a los dos meses, el magistrado dio marcha atrás con ese dictamen y les dictó la falta de mérito.
Tiempo después, la causa quedó en manos del juez Juan José Tutau y en abril de 2015 se solicitó la detención de nueve personas: Strummia, su esposa Roxana Michl, Díaz y la partera Mirta Rusñisky, tres efectivos policiales (Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María Galtelli) y dos altos jefes de la fuerza (Jorge Krenz y el ex jefe de la Agrupación Cuerpos Adolfo Daniel Puyol).
En relación a este último involucrado, Puyol, irá a juicio oral y público como partícipe de “aborto seguido de muerte y privación ilegítima de la libertad”.
Los abogados querellantes por la familia Perassi adelantaron que solicitarán la pena de prisión perpetua para el uniformado y para los civiles implicados por el mismo delito. La “hipótesis más firme” para los querellantes es que el cuerpo “fue incinerado”.