Dos bebés llegaron al mundo el 1° de enero de 2019 y son, muy posiblemente, los primeros mellizos del año en nacer en Argentina ya que, hasta el momento, es el único caso del que se tiene conocimiento. Sus papás son de Maciel y contaron su emocionante experiencia a Info Más con un tratamiento de fertilización de por medio.
Melisa Juárez tiene 38 años y junto a Maxi Croce, de 29, se convirtieron en los papás de una pareja de mellizos: Bautista nació a las 22.01 del primer día del año y Lourdes, que llegó al mundo con pocos segundos de diferencia.
Los mellis nacieron en el Sanatorio de la Mujer de la ciudad de Rosario, él con 2,950 kg y su hermanita con un peso de 2,735, a través de la cesárea desarrollada con total normalidad y tanto ellos como su mamá, están en perfecto estado de salud. A las 48 horas, ya tenían el alta médico.
Pese a la consulta de Info Mas en distintas maternidades, no hay registros de mellizos nacidos el primero de enero de 2019, aunque sería imposible afirmar que en ningún rincón del país haya habido otro nacimiento por duplicado.
El tratamiento de alta complejidad con ovodonación le permitió a la pareja de Maciel ser padres por primera vez y por partida doble. Además, aseguraron que ya cerraron la fábrica.
Pese a los momentos difíciles que atravesaron, hoy, con sus bebés en brazos, Melisa aseguró: “Cuando los ves se te va el cansancio de sólo mirarlos, es tenerlos y saber que están bien y que todo fue bien”.
Tratamiento:
La ovodonación es un tratamiento de alta complejidad en el cual se utilizan óvulos de una mujer menor de 30 años, con fertilidad demostrada y estudios normales. La donante se selecciona de acuerdo a las características físicas de la paciente que realizará el tratamiento.
En este caso fue realizado en el instituto IFI (Instituto de Fertilidad e Investigación) bajo la atención y los cuidados del médico Jaime Lardizabal. El proceso incluye además la atención con una psicóloga que evaluó a la pareja antes de iniciarlo.
“Es muy invasivo, no lo volvería a hacer pero lo recomiendo. Al momento de hacer el tratamiento tenía todas las pilas, cuando perdí el primero me tiró abajo, estuve días en mi casa, no quería ver a nadie. Después es volver a empezar con todas las ganas. El segundo fueron ellos dos, tenían que ser los dos “, dijo Melisa mirando a sus bebés.
Con respecto al profesional, se mostraron muy conformes con su atención. “En el momento que yo decidí ir a la ovodonación me preguntó sino lo quería pensar mejor y le dije que no. Me dijo que vaya al otro día y empezábamos. Me mandó a hacer todas las recetas y me consiguieron la donante enseguida”.
En relación a su sueño de ser mamá, Melisa aseguró: “Yo quería tener a mis hijos, no importaba cómo. La gente piensa que es un hijo de otro pero no es así, es mi sangre”. En ese sentido Maxi agregó: “Nosotros leímos mucho al respecto, por más que el óvulo no sea propio todo lo demás es tuyo”.
Nueve meses en la panza:
Durante el embarazo, no todo fue color de rosas. Los primeros tres meses fueron con pérdidas y la actividad de caminar causaban contracciones, por lo cual, debió mantener reposo.
Después de los seis meses, lograron relajarse al saber que todo iba bien. “Después de los seis meses recién pude empezar a disfrutar del embarazo, poder hacer cosas, no estar pendiente de que pasara algo. Uno estaba pendiente de todo pero gracias a Dios todo salió bien”.
Cesárea:
Lourdes y Bautista tenían fecha de nacimiento para el 6 de enero pero se adelantaron sólo escasos días. El 31 de diciembre la mamá intuyó que el momento estaba cerca e ingresó a sala de parto a las 15 horas del primero de enero. Luego de una hora, ya tenía dilatación, lo que hacía prever que sería parto normal.
Sin embargo, los planes debieron cambiar poco después. Bautista no estaba bien encajado, la dilatación se detuvo y la mamá junto al médico, optaron que lo mejor sería la cesárea.
“Estar ahí en la sala de cirugía cuando lo sacaron es algo increíble”, indicó. El Papá estuvo presente en todo momento siguiendo el proceso con atención y con celular en mano tomando fotos y filmando el momento del mágico nacimiento.
Familia de cuatro:
Los malos momentos que atravesaron quedaron atrás para Melisa y Maxi quienes finalmente, con mucho sacrificio y coraje, pudieron ser padres. “La paternidad no es fácil, pero quiero tenerlos todo el tiempo”, manifestó el papá quien además, aseguró que Bautista ya es hincha de Rosario Central.
Hoy, entre mamaderas, pañales y noches sin dormir, disfrutan de su familia y agradecen a todos los que estuvieron atentos al nacimiento de los mellis.
“Prácticamente todo el pueblo estuvo expectante. Recibimos muchos mensajes”, contaron los flamantes papás que comenzaron un magnifico año junto a sus bebés y ya conforman una bella familia de cuatro
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