La emoción de la familia del Dr. Ernesto Diaz tras la nueva denominación del SAMCo de Oliveros

“Mi papá fue un ejemplo de vida”, comenzó contando, Ernesto, hijo del reconocido médico fundador del SAMCo de Oliveros, el cual este jueves tomó su nombre y logró una identidad “Dr. Ernesto J. Diaz”.

Luego de descubrir la placa en el ingreso al centro de salud oliverense, el hijo y una de sus nietas contaron a Info Más lo que significó en sus vidas y en la de toda una población que lo recuerda de la mejor manera.

Ernesto es el único hijo del doctor, quien junto a una de sus hijas, María Victoria, estuvo presente en el homenaje con la participación de autoridades locales, regionales y provinciales. A su vez, María Victoria tiene dos hermanos mayores, Ernesto y Mauro.

“Para mi es un orgullo, mi papá fue un ejemplo de vida, traté siempre de aplicar la enseñanza que él me dejó, y tengo los mejores recuerdos”, indicó con emoción. “Mi papá era un tipo muy serio, no le gustaba que le mientas. Por ejemplo, me decía: ‘No te voy a preguntar qué hiciste hoy o cómo te va en el estudio porque no quiero que me macanees’. Era una persona muy generosa”.

En cuanto a consejos que le dejó para su vida, recordó: “Una vez le pregunté por qué no tenia campo, yo habré tenido unos 12 años, me contestó “porque yo soy médico no soy comerciante”, ahí me dijo todo. Mi mamá me contaba que si el paciente no tenía para el remedio él le daba plata de su bolsillo. Nunca le gustó la política, ni hablemos de dinero”.

“Otra cosa que me dijo y lo pongo en práctica es que a una persona no tenes que valorarla por lo que tiene en el bolsillo, sino como ser humano que és, porque puede andar mal vestido y ser buen tipo y otro de traje y ser malo, y así soy yo en la vida real”, expuso.

Por su parte, su nieta era muy pequeña cuando el prestigioso médico falleció. Aun así, su recuerdo está latente gracias a toda una comunidad. “Tengo algunos recuerdos, imágenes, y me encontraba con gente que me decía: “ah sos la nieta del Dr. Diaz”, y me empezaban a contar un montón de cosas, que mi abuelo trabajaba sin cobrar un peso, que estaba siempre predispuesto… era muy lindo escuchar eso y hoy con este reconocimiento también, emociona”.

Entre incontables historias de su familia y la población en general que avaló el pedido de la nueva denominación junto a diversas instituciones, el Dr. Diaz ya cuenta con su merecido reconocimiento de las personas que intentaron devolver algo de todo lo que el médico ofreció a ellos.

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