A principios del mes de junio una joven de la localidad de Barrancas sufrió el robo de una moto. El vehículo fue hallado esta semana y se acusó a un menor de edad. Su dueña, Rocio, relató a Info Más el periplo vivido hasta recuperar el vehículo.
Varios días después del hecho, la propietaria comenzó a tener datos de su moto. “Primero un llamado de mi hermana, que me aseguró haber reconocido la moto conducida por un menor de barrio Norte por los amortiguadores, el ruido y por el asiento”, comentó.
Cabe destacar que se trataba de una Guerrero Trip que fue comprada por la mujer un año y medio atrás, cero kilómetro. No obstante, descreyó en un comienzo ante tantas motos que hay en el pueblo, pero otros dos testimonios que coincidían en señalar a un mismo responsable la impulsaron a convocar a la policía.
“Coincidían los datos del nombre que me habían dado y decidí hacer la denuncia. Me dijeron que no podían hacer allanamiento pero que iban a patrullar y pedir los papeles”, agregó. Le manifestaron, en ese sentido, que iban a hacer una requisa voluntaria en la casa del menor, si los padres los autorizaban.
Por investigaciones propias junto a familiares descubrieron que escondían el rodado en otra vivienda. “Fuimos hasta esa casa, la moto estaba ahí y llamé a la policía, que habían ido a hacer la requisa a Barrio Norte, a la casa del menor. Mientras esperábamos a la policía, el menor se fue en la moto en dirección al sur y la policía lo siguió sin resultados positivos. En la placita de barrio cerámica unos chicos que estaban allí dijeron que lo vieron pasar”, siguió con su relato.
Entre idas y vueltas, la dueña de la moto regresó a la casa donde había estado escondido su vehículo y desde afuera, escuchó una conversación que revelaba que se trataba de su moto.
Finalmente, un allegado que estaba en la casa señalada, salió a hablar con ella y su cuñado y le ratificó que era su moto y le dijo dónde podía encontrarla. Cercado, el menor se deshizo de la moto en la zona rural. “La mujer nos llevó adonde estaba la moto, estaba en un campo metida, toda desarmada. Fuimos con mi cuñado, la buscamos y la llevamos a la comisaría. Cuando miran el número de chasis era mi moto”, detalló.
Finalmente, el dueño de casa donde escondían el vehículo dijo que no tenía nada que ver y que la moto la había sacado el menor, el cuál terminó siendo acusado por la policía.
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