El viernes 30 de agosto se conmemora en perú a Santa Rosa de Lima, patrona de América y la primera mujer latinoamericana canonizada por la Iglesia Católica. Por ella, además, se bautizó la mítica tormenta de Santa Rosa que, en Argentina, señala el fin del invierno y el comienzo de la primavera.
En la región, Santa Rosa es la patrona de Estación Díaz, que este viernes tendrá su conmemoración, como así también la patrona de la localidad de Oliveros.
La vida de esta mujer laica tiene varias curiosidades. Nacida en 1586, fue bautizada como Isabel, pero su mamá la comenzó a llamar Rosa por su belleza. En 1597, el arzobispo de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, le brindó la confirmación y en ese momento, le cambió el nombre a Rosa. Así se la conoció desde ese momento.
Desde niña tuvo una fuerte inclinación hacia la meditación y el rezo. Por eso tomó la decisión de entregarse completamente al amor de Jesucristo. Por eso, se sumó de muy joven a la Orden de Santo Domingo y decidió consagrar su vida a dios.
Dentro de su práctica religiosa tomó como modelo a Santa Catalina de Siena y la imitó en todo lo que tuvo a su alcance. Desde la túnica blanca y el manto negro para la cabeza hasta su comportamiento.
Se encerró durante largos períodos de tiempo en una pequeña habitación dentro del solar donde vivía para meditar, rezar, ayunar rezar y concretar distintas penitencias. Apenas salía para ayudar a los enfermos y asistir a misa.
Como su familia fracasó en un negocio, cayó en la pobreza. Y en ese período, Rosa cosechó un huerto para poder comer de lo que sembraba. También se dedicó a las costura para colaborar con los suyos.
El mito de cómo ahuyentó a los piratas de Lima
En 1561 frente a las costas peruanas, en el puerto de El Callao, el corsario holandés Joris Van Spilbergen intentó saquear las arcas del Virreinato del Perú. Entre los habitantes limeños que se alistaron para frenar el ataque estaba Santa Rosa.
A sus 29 años, Rosa se instaló en la Iglesia Nuestra Señora del Rosario para rezar y suplicarle a la Virgen del Rosario la salvación de Lima. Cuando los piratas holandeses estaban por desembarcar en la ciudad, se desató una gran tormenta que impidió la invasión.
Los limeños atribuyeron el milagro a Santa Rosa y la noticia circuló entre todos los católicos. Este hecho fue determinante para la canonización que el Papa Clemente X le concedió en 1671.
Muerte de Santa Rosa
El 24 de agosto del año 1617, después de combatir una dolorosa enfermedad y una gran agonía, Rosa falleció a los 31 años. Cincuenta años después fue convertida Santa por la Iglesia Católica.
Cuándo es la tormenta de Santa Rosa
Con el tiempo, debido a la coincidencia con el santoral, se ligó a la Patrona de América con la tormenta que, en la Argentina, señala el cierre del invierno y el comienzo de la primavera. Según la creencia popular, cinco días antes o después del 30 de agosto, comienza la tormenta de Santa Rosa.
En 2019, según datos del Servicio Meteorológico Nacional, se esperan lluvias aisladas para el jueves 29. Y no se descartan tormentas para el fin de semana.
El pozo de los deseos
En Perú, el 30 de agosto es feriado en homenaje a Santa Rosa de Lima. Los devotos de la santa realizan ese día el «tradicional paseo hacia el pozo de los deseos».
Familias íntegras, y delegaciones de diversas instituciones sociales y culturales acuden a la Basílica de Santa Rosa, que queda en la avenida Tacna, en el centro histórico de Lima, rezan en la capilla y luego se dirigen a un pozo artesiano de 19 metros de profundidad, ahora totalmente seco.
¿A qué van al susodicho pozo? Todos saben que Santa Rosa de Lima, para cumplir una de sus penitencias, se había puesto una gruesa cadena en la cintura, muy ceñida. La santa sabía que llevándola permanentemente le iba a fastidiar y hacer sufrir. Y justamente, para no caer en la debilidad de sacársela, la acerrojó y votó su llave al mencionado pozo. Ya nos imaginamos las horas de fastidio que habría pasado la santa, pero ella las superaba pensando siempre que todo sufrimiento humano era muy poco con relación al que habría tenido Cristo, «su esposo».
Sus fieles y devotos presienten que conectándose con ella puede hacer- les algún milagro. Por eso, a dicho pozo, donde está su santa llave, arrojan sus cartas donde están escritos tres deseos.
Generalmente, piden por el hijo ausente, por un familiar en serios aprietos económicos, por la salud quebrantada, por la falta de trabajo, por el esposo indiferente, por el ingreso a la universidad, por el amor no correspondido, etcétera.
Evidentemente, todos sienten que han expresado los profundos temores del alma y se sienten más aliviados y más unidos a la hermosa santa limeña.
Fuente: Clarin
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