Cansado de las intimaciones, multas, aprietes y ahora también clausura, un comerciante que tiene su local en pleno centro de Oliveros tomó la drástica decisión de poner en venta su minimarket.
Nicolás comenzó con su emprendimiento en la localidad en el mes de abril y tiene cuatro empleadas del pueblo que podrían quedarse sin su trabajo. Desde entonces denunció todo tipo de hostigamiento por parte del Juzgado de Faltas de la localidad y la Comuna de Oliveros, a tal punto que este sábado fue clausurado el local y decidió hacer una protesta pública.
En la puerta de su negocio, ubicado en Mitre 495, y sobre la faja de clausura, colocó un gran cartel amarillo que dice: “Se vende este negocio por abuso y hostigamiento comunal”.
Los motivos de la clausura generaron polémica. “A una cuadra del negocio la policía y la Jueza de Faltas Comunal, Dra Mariana Martínez Bellinzona, demoraron a un chico con una lata de cerveza y ellos dicen que la compró en mi negocio. Sabemos y respetamos la ordenanza de la venta de alcohol, pero esa lata no salió de ahí. Persiguen a chicos que toman una cerveza, mientras corre la droga y desaparecen chicas”, afirmó Nicolás en diálogo con Info Más.
El operativo se llevó adelante en la madrugada de este sábado y fue la motivación por la que la jueza clausuró el local. “Discutimos porque el procedimiento está mal hecho y les dije que tienen algo en mi contra, nos trata de mala manera y nos hacen la cama”, sentenció el comerciante, visiblemente indignado.
A pesar de este episodio puntual, por el que irá este martes al Juzgado de Faltas a realizar el correspondiente descargo, el hombre denunció que las intimidaciones vienen desde un comienzo. “Antes de abrir ya me multaron por sacar la basura un día que no correspondía, siendo que ni siquiera lo sabíamos”, aseveró el sanlorencino quien además señaló: “me hostigaban con cartas a pesar de haber presentado los papeles correspondientes, me pedían cosas que a otros negocios no le piden. No fueron a ver el negocio para habilitarlo e incluso me multaron porque dijeron que una vez mi empleada puteó a un policía que fue a hablar por la venta de alcohol. A través de las cámaras comprobamos que nunca se lo puteó”.
Comentarios sobre post