En los primeros días de la cuarentena, la majestuosa bandera argentina que se encuentran en el Monumento Nacional de Rosario frente a las costas del Paraná dejó de izarse. Ex combatientes se pusieron al frente de dicha tarea y este lunes, fue el turno de Rodolfo Rodríguez.
Desde Puerto Gaboto, Rodolfo junto a un grupo de vecinos ayudan a quienes más lo necesiten en medio de la pandemia con viandas y chocolate caliente.
Este lunes 11 de mayo, en el Día del Himno Nacional Argentino, viajó a Rosario al ser invitado por el Centro de Ex Combatientes para izar la bandera argentina al igual que lo han hecho otros héroes de Malvinas desde el inicio de la pandemia.
En diálogo con Info Más, contó que todo comenzó cuando un periodista pasó por el lugar mientras iba a su trabajo y vio que la bandera no estaba izada. La acción se repitió durante tres días consecutivo por lo que dio aviso al Centro de Veteranos.
Desde allí se comunicaron con la intendencia y dieron la autorización para que los ex combatientes puedan izarla durante la pandemia ya que los trabajadores a cargo de realizarlo por protocolo estaban fuera de funciones frente al coronavirus.
“A partir de ese momento los veteranos somos los que todas las mañanas izamos la bandera y nos vamos turnando desde los primeros días de la cuarentena. A mi me llamó Hugo Ramos desde la comisión y me invitó. Yo pertenezco al centro, de hecho algunas de las colaboraciones que nosotros hacemos en Gaboto vienen de ahí y todo suma para ir hacia adelante”, contó Rodolfo.
Finalmente la invitación tuvo fecha fijada y fue nada menos que el día del Himno Nacional. “Es algo muy importante, como veterano de guerra izar la bandera en el Monumento es muy importante”, aseguró.
En cuanto a sus sensaciones, sostuvo que pasaron muchas cosas por su cabeza. “Hace muchos años hicimos un juramento a la bandera y de pronto encontrarse con esa bandera que cuando uno está frente a ella es majestuosa, inmensa, verla subir y ondearse te entra un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos. Nosotros defendemos a capa y espada, izarla no tiene precio”, indicó con emoción.
Si bien no atravesó ningún control durante su llegada a Rosario, entre risas y seguridad, sostuvo: “No tuve ningún control pero ni Gendarmería ni policía podría parar ese momento intimo, era yo y la bandera, nadie más. Nadie me iba a parar, era imposible, fue algo muy especial”. Además, regresó con mercadería donada para seguir colaborando en su pueblo.
Por último, destacó que el próximo fin de semana continuarán ayudando a los habitantes de Gaboto. El domingo con 300 porciones de arroz y el sábado con 200 copas de chocolate. Quien lo necesite, es importante anotarse previamente durante la semana.
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