Candela Larrondo, a pesar de estar sin jugar por la cuarentena, ya planifica su futuro. Será con la camiseta de Rosario Central, equipo que se desempeña en la primera división de AFA del fútbol femenino.
La joven oriunda de Díaz, que supo tener su paso por Platense y Argentino de Rosario, también por selecciones argentinas juveniles, ahora buscará fichar con el Canalla y así ser una más en el plantel.
El coronavirus la sorprendió jugando en el Salaíto, pero ya su decisión de cambiar de colores estaba tomada, buscando seguir creciendo en el difícil camino del fútbol femenino.
Ahora, espera que vuelva el fútbol para poder defender la camiseta de Rosario Central, que entre otras cosas le ofrece de disputar el Campeonato de Primera División y compartir ataque nada menos que con Érica Lonigro, segunda goleadora que tuvo el Torneo Rexona.
«Me quise volver de Platense por cuestiones familiares y a la vez quería encontrar equipo rápido. Vi que Argentino estaba jugando en AFA y fui. A la semana siguiente salió que también Rosario Central entraba en AFA, en Primera, pero yo ya estaba anotada», le contó a Junin24 Fútbol Femenino la joven delantera.
Larrondo ya había sentido que necesitaba un cambio: “Se complicaba mucho para entrenar, eso me jodía un montón. Capaz que al inicio eramos 25 las que íbamos y a lo último eramos nueve. No teníamos ningún apoyo económico. Al principio estábamos re comprometidas y después ya no”.
Luego empezó a entrenar con Rosario Central y tiene el visto bueno para empezar allí la nueva temporada. A falta de los trámites formales que le permitieran integrarse por completo a Rosario Central, Candela se mantuvo entrenando con el equipo de Reserva, sin poder participar tampoco del campeonato de Tercera División.
“Yo sentía que si arrancaba en Central iba a tener muchas más puertas que estando en Argentino. Aunque también siento que por ahí me falta un montón para ser titular en Central», dijo. Además, empezó a imaginarse la posibilidad de hacer dupla con Érica Lonigro: «Es demasiada motivación. ¡Unas ganas de jugar! Todavía no compartimos entrenamientos.
Así, aquella pequeña que con 11 años ya pateaba la pelota en Sportivo Díaz, hoy sigue soñando a lo grande y va por más: “Tengo el deseo de jugar afuera del país. Si me toca ir a Buenos Aires para hacer vidriera y poder salir afuera, lo haría sin dudas”.