La escuela N° 283 General José de San Martín de Campo Gaitán, localidad de Centeno, vive el aislamiento de una manera particular y atraviesa dificultades para mantener las clases a distancia. Ahora busca llevar adelante algunos proyectos y piden colaboración.
Días antes de la aprobación del protocolo y en una nota que brindó su directora, Alejandra Campetella, a Rosario3 manifestó: “Los caminos a veces suelen estar lindos y transitables y en épocas de lluvias suelen convertirse en ríos y quedar intransitables por un tiempo. Obviamente esos días no asistimos y muchas veces debemos buscar caminos alternativos para llegar cuando se puede”.
Los chicos que asisten a esta escuela son 28 en total (20 alumnos de 1 a 5 años, una alumna en nivel inicial y 7 alumnos de nivel primario). Además los alumnos y profesores del nivel secundario tienen el remis que los traslada diariamente y el resto llega en auto, en moto o bici acompañados por su familia. La matrícula en zona rural no es constante, pero están manteniéndola.
Posteriormente la directora afirmó: “Solamente, voy a la escuela a entregar la copa de leche y los trabajos que sugiero a mis alumnos en formato papel, ya que no cuentan con buena conectividad ni con los dispositivos necesarios. Lo único que dispone la mayoría es de un teléfono celular con WhatsApp, que permite el acceso a internet pero a través del consumo de datos móviles, es decir si el teléfono celular tiene saldo”.
Por su parte, la vuelta a clases preocupa a la directora, quien contó que el mantenimiento del edificio es una tarea difícil en la que tanto la comuna como los mismos vecinos colaboran.
Sin embargo, sufrieron robos y destrozos y la pandemia también hizo lo suyo. Es necesario arreglar el sector de los baños, ya que tienen los techos dañados por donde se filtra el agua cuando llueve, las paredes con los revoques caídos, la pintura descascarada y encima las puertas rotas.
Por último, hay otras cuestiones que se deben mejorar y para eso solicitaron colaboración de la población: precisan mejorar la conectividad de la escuela, colocar un sistema de alarmas y un cerco perimetral y hacer realidad el sueño de los chicos de poder contar con una plaza de juegos debajo del ceibo enraizado en medio del patio escolar.
Fuente: Rosario3