Tras el caso de Solange, una vecina de Barrancas pudo despedirse de su mamá en Córdoba

“La pandemia bajo ningún concepto nos puede quitar lo humano”, fue la frase que utilizó Nora luego de poder viajar de Barrancas a Córdoba para despedir a su mamá en el segundo intento de cruzar la frontera provincial.

Nora Winkelmann, más conocida en la región como “la cordobesa”, periodista de la radio FM Quitapenas, tenía a su mamá internada en un estado de salud complicado. El mismo día que el papá de Solange no pudo ingresar a Córdoba para despedir a su  hija que murió de cáncer, ella tampoco logró hacerlo para estar con su mamá.

El 14 de agosto debió volver a Barrancas. “No me dejaron pasar y yo me volví. Mi mamá ya estaba mal. Me volví sintiéndome un narcotraficante, como que estaba matando a alguien”, describió en diálogo con Info Más.

En el medio, Solange falleció de cáncer, sola, luego de que las autoridades le prohibieran la entrada a su papá para despedirla.  Quería ver los ojos de su padre antes de morir, esas fueron sus últimas palabras. Suplicó por carta a los medios, pero el protocolo fue más fuerte para algunos junto con la  negligencia, la apatía y la desidia.

En ese sentido, Nora lamentó: “Sin dudas su caso ha sentado un precedente en las conductas de las autoridades del COE, me parece que la falla mas allá de la pandemia ha sido humana”. En su segundo intento, “la cordobesa” viajó el sábado y su mamá, Maria Adami de Winkelmann de 81 años, la esperaba para despedirse.

“El sábado salí contra viento y marea, hablando con mi abogado a ver que podía hacer y se flexibilizó después de lo que pasó. Lamentablemente siempre tiene que haber alguien que pague y que haga abrir las cabezas. Fui tratada de otra forma en la segunda oportunidad, me hicieron el hisopado, me escucharon y me pusieron por delante de otras personas que iban por otros temas”, relató.

Nora arribó a su provincia natal el sábado 29 y al día siguiente, el domingo, la vida de su mamá se apagó debido a problemas de salud propias de la edad agravados por la diabetes, pero acompañada. “Mi mami aguantó unos días más. Tuvo que pasar un caso que nos golpea a todos en el corazón para después abrir las cabezas”, cerró la mujer quien pudo abrazar a su madre para el último adiós.