El pasado lunes Valeria, Damián y Franco Pérez fueron noticia y el orgullo de Oliveros y la región tras salvar la vida de un pequeño de 20 meses. Son bomberos y hermanos, además de eso, juntos se convirtieron en héroes. El Jefe del cuartel expresó: “Les agradezco por dejar al cuartel allá arriba”.
Este martes por la tarde los cuatro dialogaron con Info Más y contaron la historia en primera persona. Gracias al valiente y rápido accionar, el pequeño Mateo, está junto a su familia.
En primer lugar, Valeria, estudiante de medicina, explicó que es la que menos años hace que está en el cuartel. “Todo empezó por Franco que arrancó desde chiquito y luego Damián y por eso ingresé. Hace 6 años formó parte del cuerpo activo. Surgió de mi hermano y mi papá fundó el cuartel”, expuso. “Es la primera vez que me toca enfrentarme a una situación así”, agregó.
Por suerte para la familia del pequeño, Vale estaba allí dispuesta a ayudar junto a su hermano Damián quien indicó: “Yo estaba en clases virtuales de la facultad, vale haciendo la comida y Franco en el taller trabajando. La vecina, abuela del nenito, salió desesperada a la vereda gritando pidiendo ayuda y mi mamá se encontró con ella. Con Vale salimos corriendo y mi hermana chiquita llamó a Franco. Por suerte pudimos manejar bien la situación”.
Al momento que se encontraron con el niño, comenzaron con las maniobras de RCP y luego llegó Franco para sumarse a la labor. “Cuando nos enfrentamos con esa situación pusimos en marcha nuestros conocimientos y luego vino la ambulancia”.
Afortunadamente, todo se dio en el momento indicado ya que el traslado llegó con rapidez para emprender el viaje. En ese sentido Franco relató los duros momentos hasta que el nene reaccionó en pleno viaje sobre la autopista.
“Yo subí junto al doctor y decidió llevarnos al centro de salud con el bebé. Salimos rumbo a San Lorenzo. El doctor trabajaba con el bebé y yo se lo tenía, reaccionó en el Km 22 de la autopista, pasando el peaje que está en Timbúes. Notamos que la respiración era baja pero el aire fluía, además el corazón latía bien. En el hospital de San Lorenzo el nene comenzó a llorar y ahí notamos que todo estaba bien”, contó para cerrar la historia de final feliz.
Por su parte, Esteban Jiménez, relató una parte aún desconocida. “Los chicos no habían comentado nada de este hecho y eso demuestra la clase de personas que son y que esto lo hacen por vocación de ayudar a los demás. Nos enteramos por Facebook de una persona que trabaja en el Centro de Salud que lo publicó”.
“Siempre resaltamos que lo más importante no los materiales, el equipamiento o los móviles sino el grupo humano que tenemos y que se capacita con mucho potencial. Les agradezco por dejar parado ayer arriba al cuartel de Oliveros en esta intervención. Es un orgullo increíble para mi y para todo el cuerpo activo esta situación que salió bien y que gracias a la rápida actuación Mateo hoy está con su familia”, concluyó.
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