El asesino de Juan Carlos Billarreal, Lucas Torres, fue condenado este martes a 11 años y 8 meses de prisión efectiva por el hecho ocurrido el 21 de diciembre de 2018 en la plaza central de Puerto Gaboto.
Allí, el líder de los pescadores fue atacado a balazos y terminó perdiendo su vida. Dos años después, el agresor, quien ya se encontraba detenido luego de haberse entregado a la justicia pocos días después del crimen, recibió la sentencia en los tribunales rosarinos.
Desde dicha ciudad, su hija Pamela y el abogado de la familia Lucas Micheloud, dialogaron en vivo con Info Más al término de la audiencia imputativa. Su hija, expresó que sus sentimientos son encontrados y aseguró que pese a la condena, no es una jornada de festejos.
“Acá no celebramos nada, toda la familia terminó llorando, entristecida. Si bien hubo una condena por homicidio nosotros hoy estamos sin papá e independientemente de los años que le dieron, gente que lo amaba como nosotros tienen que saber que ni ustedes lo van a ver más por allá (Gaboto) ni nosotros lo vamos a tener más en nuestra mesa todos los días”, lamentó.
Por su parte, aseguró que la familia “no está contenta” con la situación luego de dos años en busca de justicia. “Nosotros nunca le deseamos el mal a Torres ni a su familia, nunca quisimos tomar venganza por mano propia. Siempre dejamos el rencor de lado el entender que pasó ya que Lucas era una persona del pueblo que mi papá siempre ayudó. No entendemos nada”, indicó.
Durante la audiencia, la familia tuvo acceso a ver el video del momento de los hechos. “Torres se bajó y le metió dos tiros, no sabemos el móvil. Hay muchos testigos que salieron de la comuna y a dos años son muy pocos los que se contactaron conmigo para decirme qué pasó ese día pero es algo que yo ya soltó y mi papá ya está arriba con Dios”.
En relación a cómo transitó los últimos dos años sin su padre, Pamela sostuvo: “Fueron muy difíciles porque lo mataron el 21 de diciembre muy cerca de las fiestas. Pasamos 24 y año nuevo sin papá. Los que perdieron un familiar saben lo que es arrancar el año de esa manera, con toda la familia bajoneada. Tengo a un hermano con tratamiento psicológico, mi mamá con depresión, pero estamos saliendo adelante. Nos afectó un montón como familia. Yo si estoy parada acá es por Dios”.
Tiempo atrás, Pamela había revelado su perdón hacia el asesino de su padre y este martes lo ratificó con un profundo sentimiento más allá de la causa en sí. “Si no lo hubiera perdonado yo no habría podido seguir con mi vida. Tenia que sacar la amargura de mi corazón para poder seguir. La familia perdió algo muy grande y mi papá me enseñó que mas allá de las diferencias, si tenia que darle un abrazo a alguien lo hacia, es lo que él nos inculcó. Cuando te crían así es muy difícil salir de eso”.
Por último, aseguró que si Juan Carlos hubiese sobrevivido al ataque, también lo hubiese perdonado y aclaró: “El perdón no tiene que ver con Lucas. Uno perdona por si mismo, si uno tiene algo contra de alguien lo mejor es perdonar, soltar y no cargar con eso, para poder seguir. El perdón no beneficia al otro, te beneficia a vos. Él tiene que vivir con el pesar de haber matado a una gran persona que fue Juan Carlos Billarreal”.
Por otro lado, su abogado manifestó que la condena fue por “Homicidio agravado por uso de arma de fuego y portación ilegal de arma de fuego de uso civil”. “Estamos en casi 12 años de condena que mas allá de que es una perdida irreparable, en el terreno de la justicia humana los procesos penales pueden tener distintas soluciones y distintos finales”, reflejó Micheloud.
“Hoy podemos decir que hay una condena que reconoce el grado de imputabilidad de Lucas Torres y es una forma de reconocer la memoria de Juan carlos que lejos de quedar impune hay un a justicia penal que dijo que es culpable en estos términos”, agregó.
Vale destacar que la sentencia se resolvió en un juicio abreviado el cual se inició como todo proceso penal con posterioridad al hecho que se imputa. “A partir de ahí nos constituimos como querellantes, hicimos una serie de intervenciones, acompañamos a la fiscalía en la investigación y a partir de allí se plantearon distintas posiciones”.
En ese sentido, la parte de la defensa planteaba un escenario más cercano al homicidio preterintencional y desde el lado de la familia un escenario de homicidio agravado por uso de arma de fuego. “Luego de hacer el requerimiento acusatorio el imputado ofreció una condena de 10 años y 8 meses, dado que tenia una reincidencia queda este juicio abreviado con una condenada de 11 años y 8 meses. Lo relevante es reconocer que hay una condena y que fue reconocida explícitamente por el imputado”, finalizó.
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