Muchas veces se suele decir que la realidad supera a la ficción y sin dudas este es uno de esos casos. Federico Lamas es el papá de Santiago y no dudó en realizarle una traqueotomía de emergencia con una cuchilla y sin conocimientos previos en plena ruta, en la ciudad de San Genaro, cuando el joven dejó de respirar. “Si un hijo tuyo se te está muriendo en tus manos haces lo que seas y sin dudarlo”.
La historia se dio a conocer días atrás a través de Info Más cuando el hombre de 48 años le perforó la tráquea a su hijo de 17 en el “acceso a la virgencita”, a la vera de la Ruta 65, y le salvó la vida. El joven perdió a su madre hace dos años y al reaccionar le dijo a su hermano: “La vi a mamá”.
Emocionante por donde se lo mire, Federico que es ingeniero agrónomo de la ciudad de Santa Fe, relató los hechos en diálogo con Radio 2. Contó que viajaba con sus tres hijos, Santi de 17, Juan Cruz de 16 y José Ignacio de 15. Habían salido el viernes muy temprano de su ciudad a buscar un caballo a Monte Maíz (Córdoba) y pararon en una estación de servicio de San Genaro donde se pusieron a preparar unos sándwiches para seguir viaje.
“Santi venía sentado atrás mío, veníamos hablando y mi otro nene le hace un chiste y cuando termina de hacerle el chiste me dice: ‘Papá Santi, papá Santi’. Yo lo miraba por el espejo y pensé que estaba ahogado, esperaba que tosiera pero pasaban los segundos y no lo hacía. Cuando vuelvo a mirar por el espejo estaba todo morado y duro”, contó sobre los primeros momentos.
En ese instante, el padre se bajó de la camioneta y comenzó a sacudirlo creyendo que estaba atorado. “La maniobra típica de una persona que está ahogado y no reaccionaba, estaba inconsciente, era una bolsa de papa. Cuando el cuerpo no me dio más se me cayó al lado de la camioneta, prácticamente sin vida”, remarcó.
A la desesperante situación se sumó la de sus hermanos que comenzaron a gritar en la ruta viendo como su hermano mayor seguía sin poder respirar. “Se me cayó casi sin vida y yo dije, ‘no se me pude morir por esto'”. Acto seguido, tomó una cuchilla que usa para el campo y no dudó. “Le practiqué una traqueotomía. Empezó a salir aire con sangre y empezó a respirar…. Santi estuvo inconsciente en el suelo unos 10 minutos. En la desesperación llamamos al 911, no me acordaba el número del 107 y tuve la suerte de saber donde estaba. La ambulancia llegó enseguida”.
Lo más llamativo del caso es que no tenía conocimiento previo ya que reflejó: “Yo no tengo ningún conocimiento en medicina. Le corté en paralelo a la línea de la tráquea, le hice el agujero con la cuchilla. Esto no es un acto de valentía, era perdido por perdido, o se me moría ahi en ese momento. Uno en esos casos si tiene que pelear con king kong no tiene miedo a nada”.
“Yo te puedo asegurar que si un hijo tuyo se te está muriendo en tus manos haces lo que seas y sin dudarlo”, agregó en relación a lo ocurrido en horas del mediodía del viernes. Su hijo estuvo asistido en un primer momento en la Clínica de San Genaro donde le realizaron puntos de sutura, le hicieron una tomografía y a las 18 horas fue enviado a Santa Fe.
En relación a qué fue lo que causó la falta de aire, los médicos descartaron que sea un ahogamiento por comida, y analizan convulsiones o un síncope. Ese día y durante todo el sábado quedó en terapia intensiva y el domingo lo pasaron a sala común. Ese mismo día por la tarde recibió el alta tras un control cardiológico.
“Ahora le duele el cuello y la espalda de todos los golpes que yo le di. Lo agarré de atrás y le apretaba el diafragma cuando en realidad no era un ahogo. Ahora viene la peregrinación de estudios para revelar qué fue lo que pasó”, contó el hombre quien además reveló: “A todo esto se le suma a los chicos que la mamá falleció hace dos años, se nos sumaba una muerte mas, encima en la ruta, era un espanto”.
Dejando un importante mensaje, el ingeniero llamó a la toma de conciencia para implementar la enseñanza de primeros auxilios en las escuelas, de 1ero a 5to. “Si yo hubiera tenido la tranquilidad del momento me hubiera dado cuenta que Santiago no estaba ahogado porque si lo hubiera estado se hubiera agarrado el cuello. Antes de cortarle la garganta tendría que haberle tomado el pulso y saber si respiraba o no. La desesperación hace que uno cometa un acto de locura. Yo en ese momento creí que hacia lo correcto porque lo vi literalmente muerto, yo vi que no respiraba y lo vieron los hermanos”, manifestó.
Sobre su gran acto con el cual salvó la vida de su hijo, remarcó: “Me angustia lo que vivimos. El hecho de haberle cortarle el cuello no me genera nada, si cuando lo sacudí y lo vi muerto, se me cayó y reboto en el suelo, eso no me lo puedo sacar de la cabeza”.
Como si todo lo ocurrido fuera poco, contó otro pasar que genera escalofríos. “Soy creyente, estoy un poco alejado. Inclusive estos días hablando con Santiago, la muerte de su mamá lo ha hecho enojar con el señor, porque se cansó de rezar por su vida. Cuando llegó mi hijo al sanatorio con la policía, porque yo llegué después, lo primero que le dijo al hermano fue : ‘La vi a mamá’. Seguro está presente cuidándolo”.
“Yo estoy convencido que no es coraje, creo que cualquiera lo haría. Mi viejo, mi hermano me dijeron que estaba loco, pero teniendo las herramientas en la camioneta como voy a dejar que se me muera por temor. Tengo la suerte que no me salió mal, sino hubiera sido un drama”, sostuvo.
Para cerrar, expuso que actualmente, Santi está bien, medicado y este lunes comenzó la facultad. “Está contento, en un mes cumple los 18 y su única preocupación es que no va a poder manejar por este antecedente”, cerró Federico, tras salvarle la vida a su hijo en un acto sin precedentes.
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