Los delincuentes aprovechan todo tipo de oportunidades para estafar a vecinos. En este caso, la utilización del nombre de un banco y el pedido de los datos personales son los protagonistas.
Por mail o teléfono, el estafador contacta a su víctima como si fuera un representante de un banco, de una tarjeta de crédito o hasta del mismísimo Banco Central de la República Argentina.
Con esa presentación, le explica que ante la gran cantidad de estafas, habilitaron una línea de denuncia y le ofrece ese número. Toda esta es la introducción para conseguir el verdadero objetivo: hacerse de los datos. Con esta misma excusa, el estafador pide “verificar datos”: claves, números de token, códigos de seguridad.
La titular de la Oficina Municipal del Consumidor, Julia Bonifacio, señaló que hay muchos que caen en esta trampa. “Por ahí justo enganchan a una persona que de verdad tenía que resolver un tema y termina dando datos muy valiosos”, observó.
El consejo es uno: no dar ningún dato. Bonifacio aseguró que ninguna entidad va a requerir claves o códigos de seguridad por mail o teléfono. Y señaló que ante la estafa consumada –los delincuentes usar los datos robados para vaciar las cuentas de sus víctimas o tomar créditos en su nombre– , sólo queda hacer la denuncia ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
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