El 10 de abril de 1985 es una fecha que los vecinos de Monje recuerdan de una manera muy especial. Eran las 9 de la mañana, cuando se desató la peor tormenta en la historia del pueblo.
El fenómeno meteorológico ocasionó graves daños a la población y a los sembrados debido a la lluvia, las ráfagas y el granizo que también alcanzó a la zona rural de Díaz.
Fue tal la magnitud de la tormenta que la Cooperativa Agrícola Ganadera y Tambera Limitada de Monje solicitó vía telegrama al gobernador de Santa Fe y a los legisladores que se declare al distrito de Monje como “zona de desastre”.
En números , fueron totalmente arrasadas mil hectáreas de campo y dentro del pueblo cayeron árboles, líneas telefónicas y se vieron afectadas muchas viviendas, según detalla Sebastián Alonso en su libro “Monje sus orígenes”.
Se calcularon pérdidas para la agricultura en mil millones de pesos y en el pueblo de 150 millones de pesos. Las autoridades provinciales, avisadas por la Comuna de Monje, se hicieron presentes prestando ayuda con 500 chapas que fueron distribuidas entre los damnificados.
Una testigo de aquel momento, recordó el inolvidable episodio y relató a Info Más sus sensaciones: “Me encontré con un panorama desolador, especialmente la zona del ferrocarril que fue lo que me impactó con los árboles totalmente destruidos y la tristeza de la gente por lo ocurrido”.
En la escuela Fiscal Nº 286, se rompieron todos los vidrios de las ventanas y la Comuna, presidida por Jaime Moragues, se hizo cargo de la reposición de los mismos.
El 16 de abril concurrieron tres ingenieros agrónomos enviados por el Ministerio de Agricultura que recorrieron los campos afectados y calcularon que las pérdidas en los sembrados abarcaban 5400 hectáreas.
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