Tras una investigación que llevó alrededor de un año y medio, agentes de la Policía Federal Argentina realizaron este viernes a la madrugada once allanamientos en Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Arroyo Seco, General Lagos y Albarellos que permitieron el hallazgo de 369 panes de cocaína de máxima pureza que pesaron unos 400 kilos, lo que fue considerado por fuentes de la fuerza como “el decomiso más grande de este tipo de droga en la provincia en la última década”.
Uno de los datos que surgió en la investigación que involucra a la región, tiene que ver con la localidad de Larrechea. En un campo cercano al pueblo se observaba asiduamente el desplazamiento de una avioneta que se suponía era utilizada por narcotraficantes y donde no solo se dejaba el estupefaciente sino que también era acopiado con el objetivo posterior de ser distribuido hacia diferentes ciudades. Desde allí, en el auto detectado por los investigadores en una cochera, la droga habría sido trasladada hasta Villa Gobernador Gálvez como una parada en la ruta hacia su destino final.
Además, como resultado de los operativos fueron detenidas cinco personas sin antecedentes en el fuero federal por este tipo de delitos y se secuestraron armas de fuego, balanzas de precisión, unos 30 vehículos de alta gama, inmuebles comprados con dinero proveniente de la comercialización de la droga y documentación que sirve de evidencia sobre el negocio ilegal.
De acuerdo a la información oficial brindada por la comisaria general Inés Martínez, responsable de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, el operativo fue el desenlace de dos investigaciones que en forma paralela habían puesto su mirada en un mismo grupo delictivo. Una de las pesquisas se había iniciado en la ciudad de Santa Fe y estaba a cargo del fiscal federal Walter Rodríguez, mientras que en Rosario era realizada por su par Adriana Saccone. Al cruzar información entre ellos y detectar que estaban trabajando sobre un mismo clan se unificaron los expedientes y los allanamientos se llevaron a cabo con órdenes emitidas por el juez federal rosarino Marcelo Bailaque.
El grupo delictivo asentado en la zona de Rosario, dijeron fuentes policiales, recibía el estupefaciente desde algún país vecino, y aunque generalmente la cocaína que llega a la Argentina proviene de Bolivia o Perú, en este caso se dijo que habría salido desde Paraguay por vía aérea hasta el centro de la provincia de Santa Fe y desde allí, por vía terrestre, llegó hasta Villa Gobernador Gálvez, donde finalmente estaba acopiada en un flamante BMWX5 y en bolsas plásticas negras como las usadas para recolectar residuos en edificios y para su posterior distribución a otras provincias del país. “Creemos que la droga llegó la semana pasada y que la camioneta ya estaba preparada para salir con el cargamento hacia su destino final”, agregó Martínez.
En ese sentido, el jefe de la División Antidrogas de la PFA en Rosario, Raúl Hirsch, explicó que la cantidad de cocaína hallada “excede enormemente la demanda no solo de la ciudad de Rosario y su zona sino de la provincia de Santa Fe, por lo que se estima que aquí quedaba parte de esa mercadería para ser vendida por los detenidos a las bandas que operan en la ciudad, y el resto era enviado a Buenos Aires y otras áreas del país”.
Al respecto, la comisaria Martínez explicó en conferencia de prensa que “esta droga no se comercializa en el estado de máxima pureza en la que fue encontrada dentro del vehículo estacionado en un garaje de Villa Gobernador Gálvez sino que se estira con productos químicos en laboratorios montados para ello y puede llegar a triplicar la cantidad encontrada, por lo que estaríamos ante una carga que puesta en el mercado rondaría los 1.200 kilos de cocaína con un valor de 10 millones de dólares aproximadamente”.
Respecto a las detenciones, la comisaria federal explicó que el fiscal Walter Rodríguez había dispuesto la detención de cinco personas vinculadas a la organización y que esas cinco personas fueron apresadas en los distintos allanamientos realizados en localidades del Gran Rosario, específicamente en Villa Gobernador Gálvez, General Lagos, Arroyo Seco y Albarellos, todos lugares donde estaban afincadas esas personas. Aunque por órdenes judiciales no se especificó las identidades de quienes quedaron tras las rejas, trascendió que se trata de tres hombres y dos mujeres, todos ellos mayores de edad. “Entre los apresados hay una pareja, dos hermanos y otra mujer”.
De acuerdo a fuentes de la Fiscalía Federal de la ciudad de Santa Fe, la investigación fue iniciada en septiembre de 2019 por la Unidad de Investigaciones y Procedimientos Judiciales (Uniprojud) dependiente de Gendarmería Nacional a la que luego se sumó el Departamento Técnico contra el Narcotráfico de la Policía Federal, fuerza que se encargó finalmente de ejecutar los procedimientos de ayer y que tenía por finalidad despejar la existencia de una organización que participaba del tráfico ilícito internacional de estupefacientes que llegaba al país vía aérea, en un campo cercano a la localidad de Larrechea.
Respecto a los detenidos, el fiscal Rodríguez solicitará que dos de ellos sean indagados como autores del delito de organizadores de narcotráfico y los otros tres por los diferentes roles que desempeñaban en la organización, en especial en el almacenamiento de la droga secuestrada para lo que contaban con colaboración de distintas ramificaciones de la banda en varias provincias argentinas. Es que a lo largo de la pesquisa se pudieron constatar las identidades de los involucrados, el organigrama del grupo y los roles que ocupaban dentro de la organización criminal, así como las distintas maniobras, contactos y locaciones a través de los cuales gestionaban el traslado y acopio del estupefaciente para su posterior comercialización.
Además de los delitos vinculados al narcotráfico, el representante fiscal solicitará la indagatoria por el delito de lavado de activos ya que en los procedimientos se incautaron unos 30 rodados, tres inmuebles, una embarcación y se detectó una importante inversión en viajes de placer con destino a países caribeños por parte de los involucrados como así también la compra de pasajes para un próximo vuelo a la ciudad española de Barcelona.
“Tenían dos BMW X5 negros iguales en los que acopiaban la droga y eran muy escurridizos”, dijo uno de los investigadores que hace más de un año seguía los pasos de la banda y que dio cuenta del poderío económico de la organización al afirmar que los vio “cambiar tres camionetas de alta gama en un mes”.
“Queremos destacar que el éxito de esta investigación no solo fue el secuestro del estupefaciente y la detención de las cinco personas implicadas en la maniobra, sino la transparencia con la que se llevó a cabo porque pudimos concretar todo lo solicitado por el fiscal sin que se filtre ningún dato que pudiera alertar a los implicados a lo largo de todo el proceso”, concluyó la comisaria Martínez.
Fuente: La Capital
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