Bianca Emile fue abusada por su propio padre durante 13 años y meses atrás, el hombre, Enrique Pochón, fue condenado a 20 de prisión, pero solicitaron 10 más. Este jueves la justicia notificó a la víctima que le fue negada la amplitud de la pena.
Fue ella misma quien lo dio a conocer a través de las redes sociales. “Después de esperar casi 3 meses (cuando solo tenía que ser 1), me notifican que “Salió el fallo de 2a instancia, confirmaron la sentencia de primera instancia”. Tres meses de espera, nervios, ansiedad y estrés fueron en vano porque no aceptaron los 10 años de más que pedíamos, estaba tan esperanzada e ilusionada pensando en que iba a tener 10 años más de respiro, que 10 años más de libertad iban a ser míos”, lamentó.
En sus palabras, expresó decepción tras conocer el fallo: “Tenia mucha fe de que así iba a ser, porque el tribunal que encabezaba la apelación eran 3 juezas, mujeres, y pensaba que ellas iban a poder ponerse en mi lugar, que iban a poder juzgar a un violador desde la carne, la piel y la cabeza de una mujer. Pero no fue así, tengo que conformarme con 20 años. Por que así es la justicia argentina, tenemos que conformarnos y agradecer que al menos le dieron 20”.
“Siempre dije que ninguna condena va a reparar tanto daño que sufrí de este monstruo. Pero era confortante saber que iba a estar encerrado 10 años más, que cuando salga, si es que sale, ya no le iban a quedar ganas de joderme, aunque aun estando adentro lo hace desde cuentas truchas que se hace en redes sociales para seguir nuestros pasos, hasta eso tengo que tolerar, que encerrados tienen más libertad que algunos afuera”, remarcó.
En ese sentido, reconoció sentir temor ya que sostuvo: “Vivo libre como siempre lo soñé, pero con miedo, miedo de algún día recibir un llamado y que sea él, porque con solo escucharle la voz me paraliza, miedo porque se que sabe cosas mías aun estando encerrado, miedo de cada solicitud que acepto investigando a fondo si esa persona es de verdad o puede llegar a ser el”.
“Aún encerrado le tengo tanto tanto miedo, no logro entender como no existen penas más altas. Que tenga que conformarme con tan poco, que ser violada tantas veces el quiera durante 13 años, tener que pasar un embarazo no deseado, el proceso de adopción, todo el sufrimiento sea juzgado penalmente con 20 años. Estoy indignada y enojada. Deseo que algún día la justicia argentina cambie, y deseo poder terminar mi carrera para en algún momento ser parte de ese cambio, porque si violas cagate sorete, y morite dentro de esa cárcel lo que te reste de vida, la pena de muerte tendría que existir, para este y tantos cosos más”, concluyo con firmeza.