Avanza la investigación judicial por la muerte de una chica de 13 años que estaba alojada en el hogar Santa Cecilia de Carrizales y días atrás la Justicia allanó el lugar.
Se trata de la pequeña en situación de vulnerabilidad, bajo custodia de la Subsecretaría de Niñez de la provincia y murió el 1° de abril al mediodía, después de una violenta maniobra de contención realizada por operadores del hogar.
El fiscal de San Lorenzo, Leandro Lucente, ordenó el allanamiento del hogar, el secuestro de teléfonos celulares y documentación, mientras avanza con la toma de testimonios.
La muerte de la niña, que tenía discapacidad y problemas de salud mental, fue calificada como “muerte súbita” por el médico de la institución. Tiempo después, ante la denuncia de una acompañante que vio la maniobra, la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes realizó una denuncia penal para que se investigue lo ocurrido.
El fiscal ordenó la exhumación del cadáver y una autopsia, que dio un resultado indefinido. Por lo tanto, pidió estudios anatomopatológicos y la intervención de un odontólogo forense, que pudieran develar el motivo del fallecimiento, pero, por el estado del cuerpo -que había sido enterrado un mes antes- los estudios no son concluyentes: no pueden confirmar ni descartar que la muerte haya sido consecuencia de la maniobra violenta.
Los testimonios de la acompañante que presenció la maniobra, y otros recogidos por la Fiscalía de San Lorenzo, dan cuenta de que la niña volvió de la escuela y no quiso comer. Había llorado. Escondía algo en su corpiño y, cuando la acompañante personalizada se lo pidió, se negó a dárselo.
Según describió el portal Aire de Santa Fe, la empleada -en verdad, el acompañamiento terapéutico está tercerizado, con pagos irrisorios de 229 pesos por hora- pidió ayuda a los operadores para ver qué era lo que escondía la niña, y allí se produjo la maniobra de contención, que consistió en tomarle los brazos, ponerla boca abajo en la cama y poner una rodilla en su espalda.
La nena se calló, el personal que había realizado esta maniobra se fue y la acompañante personalizada miró algunos mensajes en su teléfono. A los pocos minutos, le habló y N.R. no le respondía. Se acercó y la vio morada, la sacudió, pidió ayuda. No pudieron reanimarla. La investigación avanza y hay testimonios contradictorios respecto del maltrato previo a la muerte.
La acompañante personalizada dijo que ella le estaba teniendo los pies a la nena, pero quien la redujo se excedió en el uso de la fuerza. La principal dificultad para el fiscal es vincular esa maniobra con la muerte, por el indeterminado resultado de la autopsia.
Si eso se puede acreditar, la responsabilidad penal de la muerte queda reducida a la persona que hizo la maniobra. Pueden existir imputaciones por encubrimiento para quienes certificaron la muerte súbita. Y quedará de manifiesto la responsabilidad del organismo estatal que debía proteger a la niña.
Fuente: Aire de Santa Fe