Dos policías que pasaron casi 80 días presos por un supuesto abuso sexual a una compañera de trabajo, fueron liberados tras reconocerse que no tuvieron ninguna culpa e incluso ahora se cuestiona si el hecho existió.
Las cámaras del servicio 911 probaron que estuvieron casi sin interrupción en el boliche bailable Gull de esa ciudad, donde cumplían servicios de policía adicional, en el momento en que les atribuían la violación, luego de una fiesta en Pueblo Andino.
La excepción fue algo más de un minuto en que acompañó hasta su propio auto a su colega tenida como víctima, que salía de la disco en estado de ebriedad, para que se repusiera.
En ese tiempo nunca pudo haber ocurrido el delito que dos testigos de identidad reservada le atribuyeron con su testimonio judicializado. Ahora estas personas afrontarán las consecuencias jurídicas por lo que hicieron cuyos motivos son, por ahora un misterio.
Los policías fueron liberados e incluso la jueza Strólogo les pidió disculpas por lo sucedido. Según los defensores, la jueza y el propio fiscal, no es que no hubo evidencia contra ellos. Lo que quedó filmado es que cuando se afirmaba que habían cometido el delito ellos estaban trabajando.