Todo el país habla de Alejo Véliz. Sí, el pibe de Bernardo de Irigoyen dejó de ser promesa para ser realidad. Atrás quedó el malambo y sólo piensa en seguir creciendo a fuerzas de goles. En Rosario Central, en la Selección Nacional o donde el destino quiera que sea.
“Es algo que todavía no caemos, es una alegría y verlo donde está hoy es algo hermoso. Y el babero lo vamos a tener siempre”, dijo a pura emoción su mamá Andrea luego de que Alejo consiguiera su primer gol con la camiseta argentina en el Mundial Sub 20.
Toda su familia, sus amigos y su pueblo está exultante con su presente, que parece no tener techo. “No podía fallar en el primer partido, el martes no podemos ir por razones laborales, pero vamos a ir a San Juan”, contó en diálogo con Radio 2 la mujer que es ama de casa y a la vez hace “changas” para salir adelante día a día y agregó: “Yo no cambio mi vida, sigo siendo la misma al igual que Alejo cuando vuelve a su pueblo”.
Su mamá recordó que, sólo hace algunos años, su hijo tuvo que tomar una gran decisión: “El siempre tuvo dos pasiones, o se dedicaba al fútbol o se dedicaba al folklore y llegó un momento en el que hubo que decidir porque la plata no alcanzaba para todo. Me dijo má, dejo el folklore y me dedico al fútbol. Todo esfuerzo y sacrificio tiene su recompensa y hoy defiende los colores de Central y de la selección”, contó.
Alejo siempre se destacó desde chico y por eso rápidamente pudo llegar a las inferiores de Rosario Central. “Ya cuando jugaba en su club, en Bernardo de Irigoyen, me decían que iba a llegar lejos y yo siempre creí que si se lo proponía lo iba a lograr. Ama el fútbol y esto es lo que él quería”.
Sin embargo, hubo momentos díficiles y pruebas que superar. Andrea comentó que cuando llegó la pandemia Alejo “estuvo a punto de dejar el fútbol”, porque no sabía si lo iban a volver a tomar. “Le dije Ale sigamos peleando, y valió la pena porque quizás nos hubiésemos arrepentido. Siguió entrenando en casa, volvió a pasar su prueba y ahí está”, recordó con emoción.
De acuerdo a la dinámica que tiene el fútbol, todo indica que su futuro está en Europa y que será a corto plazo. Su familia también lo sabe y se prepara para ese momento. “Uno ya lo viene pensando desde el año pasado cuando lo querían vender. En cualquier momento no va a seguir en Central, es probable que sea la próxima venta del club. Tengo que aceptarlo como mamá, no va a ser lo mismo que tenerlo en Rosario, donde puedo ir. No se si estoy preparada pero soy consciente”.
Alejo marcó un lindo gol de cabeza ante Uzbekistán en el primer partido del Mundial Sub 20 que le sirvió al equipo de Mascherano para empatar un duro choque que después terminó siendo triunfo. Ahora Véliz prometió que si mete un gol en el próximo partido lo festejará con un zapateo. “Me muero si llega a hacer un gol y baila un malambo en el Mundial. Si lloro cuando hace un gol no me quiero imaginar cuando haga eso”, relató su mamá.
Solo queda alentar a Alejo desde toda la región para que muchos chicos sigan su ejemplo de perseverancia y demostrar que todos los sueños son posibles. “Hoy en día en Bernardo de Irigoyen todos somos hinchas de Alejo, juegue donde juegue”, cerró Andrea.
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