Carrizales: el reclamo de una vecina a IAPOS para una urgente cirugía de corazón

Una vecina de la localidad de Carrizales padece Insuficiencia cardíaca y se sometió a diversas operaciones de implante cardiodesfibrilador. Ahora, debe ser intervenida nuevamente de urgencia, está primera en la lista de espera del equipo, pero IAPOS no atiende el reclamo desesperado de toda la familia.

Mónica Tomasini, tiene 64 años y prestó servicios durante casi 30, trabajando como cocinera en una escuela. Hace 17 años fue diagnosticada con Insuficiencia cardíaca y pasó por varias cirugías, en las que se le colocó un cardiodesfibrlilador. La vida útil del equipo que tiene actualmente llegó a su límite y por ello, necesita una nueva intervención con carácter de urgencia.

Su hija Luján, contó a Info Más el complejo cuadro de su madre, quien tiene miocardiopatía dilatada y bloqueo de rama izquierda. “El cardiodesfibrlilador tiene que venir desde el exterior. Los primeros dos que le fueron colocados le duraron 5 años, los otros 3 años porque su corazón se dilata cada vez más, entonces el equipo dura menos, porque hace más fuerza para que mi mamá pueda vivir”.

La complicación actualmente pasa por IAPOS, que en medio de una disputa con los prestadores, restringe la atención a sus afiliados. “Últimamente es renegar con la obra social, las últimas dos visitas que tuvo para el control del equipo las tuvimos que pagar porque no aceptan orden de consultas ni bonos. El viernes la tuve que llevar al cardiólogo, y le dijo que si o si necesita la operación lo más urgente posible. La visita costó 20 mil pesos, sino no te atienden. Es un desastre”, lamentó Luján.

“En el ICR la pusieron primera en la lista de espera para el aparato que tiene que llegar. Las otras operaciones hasta que no se terminaba el último hilo de batería, no te mandaban un nuevo equipo, yo entiendo porque es caro, viene de afuera y no lo teníamos que pagar. En este caso el plus del médico es de 200 mil pesos y corre por cuenta de mi familia y el equipo tiene que llegar lo antes posible porque ya está agotado”, manifestó.

En relación al estado de salud de Mónica, su enfermedad le impide realizar las tareas básicas cotidianas. “Ella se cansa mucho, camina pocos pasos y se tiene que sentar, no puede barrer ni hacer nada, es muy complicado. Lo que más nos indigna es que no puede ser que una persona tenga que esperar hasta lo último para que pueda llegar el equipo. Ella brindó casi 30 años de servicio y que tenga que pasar por todo lo que está pasando es lamentable”, reflejó su hija.

“Es mi madre, la que me dio la vida, uno va a luchar hasta el final, con fe, con la posibilidad de que cada operación puede salir bien como mal, -agregó-. En la última de hace 3 años hubo complicaciones y gracias a Dios salió bien; tenemos ese Dios que nos ayuda y nos fortalece para seguir”.

En medio de las complicaciones de salud de la mujer, la familia de Carrizales realiza un reclamo desesperado a la obra social. “Tenemos mucha impotencia, no puede ser que tengamos que esperar hasta lo último para que llegue el aparato para que ella pueda seguir viviendo. Esto es vida o muerte, no hay otra. Estamos rogando para que se haga el milagro, que llegue el aparto y todo esto se solucione”, concluyó Luján.

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