Cuenta regresiva para las fiestas de fin de año y son muchas y cada vez más las familias que por distintos motivos le dicen No a la Pirotecnia sonora. El pedido está acompañado por ordenanzas comunales y municipales que siguen vigente en toda la región.
La campaña aumenta año a año sumando a más localidades. En la región, pueblos como Maciel, Monje, Barrancas, Gaboto, Oliveros, Timbúes, Salto Grande, Andino, Serodino, Correa y ciudades como San Genaro, Totoras, Coronda, entre otras, cuentan con su propia ordenanza.
En todos los casos, se prohíbe la utilización y comercialización de pirotecnia sonora. Más allá de las posibles quemaduras que pueden afectar al que la utiliza, la contaminación y los problemas auditivos son las principales consecuencias en niños, sobre todos con trastorno autista, personas mayores y animales.
La concientización, al igual que la aplicación de los decretos, crece año a año pero aún así, ciertas personas continúan con su manipulación causando diversos daños y en ocasiones extremas la muerte en sus víctimas como el caso de perros, sobre todo de edad avanzada.
Por su parte, una mamá que tiene tres hijos con trastorno autista, explicó que sus niños tienen una hipersensibilidad auditiva, lo que les provoca dolores en el cuerpo, taquicardias, convulsiones y también se puede llegar al autoflagelamiento.
Por lo tanto, se intenta que la empatía envuelva a cada una de las personas y que todas ellas junto a sus mascotas, disfruten de las fiestas en familia y en paz.