Fiscalía y querella pidieron 25 años de prisión para el sacerdote que supo estar al frente de la Parroquia de la localidad de Timbúes y que ahora lo hacía en la provincia de Entre Ríos. El juicio está en marcha y el veredicto se conocerá el 6 de septiembre, a las 8.
Juan Diego Escobar Gaviria salió alrededor de las 15.30 de los tribunales de Gualeguay. Lo sacó una camioneta cuatro por cuatro de la Policía provincial, con los vidrios polarizados.
Unas horas antes, el Ministerio Público Fiscal a cargo de Federico Uriburu y Dardo Tórtul; y el querellante Mariano Navarro habían pedido que se lo condene a 25 años de prisión.
Así lo valoraron al considerar que es responsable de Promoción a la corrupción agravada por la condición de guardador, en tres casos distintos, y autor de un Abuso sexual agravado por la condición de sacerdote.
Se trata de un sacerdote colombiano que comenzó su labor en el país en Timbúes, donde permaneció aproximadamente tres años e incluso por relatos propios, reconoce que allí comenzó a “sanar a personas”. En noviembre pasado, tras las denuncias, se entregó a la Justicia.
Asimismo se solicitó que se mantenga la prisión preventiva hasta que haya sentencia y en el caso de que sea condenatoria, se le prorrogue hasta que adquiera firmeza la decisión del tribunal.
Por otro lado, los defensores particulares Milton Urrutia, Juan Pablo Temón y María Alejandra Pérez reclamaron la absolución del cura y que quede en libertad.
Según pudo reconstruir este medio, atacaron una Cámara Gesell al sostener que no tuvieron oportunidad de participar en la realización de la misma -pero esa prueba ya fue admitida como tal en instancias anteriores-; arremetieron contra la psiquiatra que hizo las cámaras gesell; y fueron contra el fiscal Uriburu. Por su parte, desde el Ministerio Pupilar se consideró que los derechos de los niños fueron resguardados en todo momento.
Fuente: Daniel Enz – Análisis Digital
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