El senador provincial por el Departamento Iriondo se refirió a la causa judicial que lo investiga a él como legislador y a sus asesores por el otorgamiento de subsidios a la Fundación Oliveros, que se cobraron con cheques presuntamente adulterados.
“Mi fuerte es la gestión política, me quieren llevar a un terreno donde no quiero ir. Efectivamente le propuse al Senado entregarle dinero a la Fundación Oliveros, y ese dinero ingresó a la Fundación y salió para la compra de materiales para la construcción de la nueva escuela primaria. Lo que digo no es opinable, es la verdad”, manifestó Hugo Rasetto en diálogo con Info Más.
“No es que me preocupa, me genera desgaste, me saca tiempo”, dijo el dirigente radical, al tiempo que desestimó la denuncia presentada por el presidente de la Fundación Oliveros, quien se constituyó como querellante y asegura que se cobraron más de 340 mil pesos en subsidios falsificando su firma.
Sobre ese tema puntual Rasetto prefirió no dar mayores precisiones ya que lo considera una “jugada política” de sus adversarios. “Me considero una persona que tengo empatía para trabajar en política y generar obras, pero me están invitando a jugar un partido donde no se cómo jugar”, comentó.
No obstante, la causa sigue adelante a través del Fiscal Sebastián Narvaja quien intentará corroborar su efectivamente esas firmas fueron fraguadas y el destino final del dinero de los subsidios.
Según figura en los cheques, el dinero fue retirado por la tesorera y el secretario de la institución, Candela y Rubén Stagno, quienes a su vez son asesores de Rasetto. El senador también habló de ellos.
“Rubén Stagno es un amigo personal de toda mi vida, me crié bajo su calor político. Fue quien me dijo que tenían una Fundación en Oliveros. Candela fue quien se ofreció para trabajar conmigo hace más de un año, a través de un mail, lo evaluamos varios meses y ella empezó a trabajar antes de la denuncia. Con Martín Calori tenemos una relación cercana, lo respeto muchísimo, más allá de que no coincido con algunas formas”, afirmó.
En tanto, explicó el destino de los aportes gestionados ante la Cámara de Senadores y expresó: “Oliveros es la localidad en la que más débiles estamos en materia de educación y la idea era ampliar una escuela para lo cuál presentamos un proyecto de expropiación y se necesitaba una Fundación. El Presidente Comunal prefirió usar ese dinero para hacer una escuela nueva y no ampliar la que ya estaba. En ese momento me enojé ya que no se me había consultado. Hoy por hoy tiene razón porque una nueva escuela es un proyecto superador”.
Esta causa no es la única denuncia contra senadores provinciales que investigan los fiscales de la Unidad de Delitos Económicos y a esto también se refirió el legislador: “Tenemos que tomar conciencia de que todos los senadores tenemos adversarios políticos y si estos ven que la metodología prospera será una jungla de denuncias. Tenemos que tomar conciencia los actores políticos, judiciales y mediáticos. Esto nos saca tiempo y nos desgasta”.
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