Este fin de semana se disputó el Torneo Provincial Sub 13 en Reconquista donde la Liga Totorense participó y la competencia culminó en escándalo para el seleccionado de Totoras.
Tras un fin de semana con excelentes resultados, el combinado totorense finalizó primero en su grupo, accedió a jugar el día domingo por la mañana la Copa de Oro y debió enfrentar en semifinales a la Liga Cañadense.
Parecía todo color de rosas, ya que en la primera parte con gol de Uriel Guevara vencía 1 a 0 a su rival de turno pero en la segunda parte se desataría el escándalo. A los 20 minutos, el árbitro le muestra amarilla al arquero de la Totorense por retener la pelota seis segundo, el portero protesta y le muestra la tarjeta roja.
Es allí donde cuerpo técnico y jugadores protestan airadamente al juez principal esta decisión, como resultado es expulsado un integrante del cuerpo técnico de la Totorense y decide suspender el juego por supuesta agresión el árbitro aunque desde el entorno de la liga argumentan que no existió.
Luego de una hora de espera, el juez decide suspender el partido y elevar el informe correspondiente a la Federación donde argumenta agresión física por eso decide suspender el juego. Posteriormente, se decidió dar por ganado el partido a la Liga Casildense y el acceso a la final del campeonato mientras que la Liga Totorense debía disputar el tercer puesto. Por común acuerdo entre los integrantes de la delegación de Totoras decidieron no disputar ese partido y regresar a casa, ya que consideraron que fueron víctimas de un despojo.
Escándalo en un Torneo Provincial sub 13, lo que debía ser un grato momento para chicos de 13 años terminó siendo una verdadera pesadilla deportiva.
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