Entre este miércoles 7 desde las 8 y el jueves 15 de noviembre hasta las 17, la Provincia habilitará la primera convocatoria múltiple de adopción de hermanos. La medida es inédita: se trata de nueve casos que involucran en total a 14 chicos y chicas —la mayoría hermanos—, casi todos mayores de 10 años. También hay casos individuales, es decir, de niños que están solos.
Es la tercera convocatoria pública y nacional que hace Provincia, con la particularidad de que en esta ocasión será múltiple. “Las dos anteriores fueron para casos concretos: la primera para una nena de 14 años, y la segunda para tres hermanitas. Ahora, son 9 casos diferentes que representan a 14 chicos y chicas. Hay casos de chicos solos, de 16 años; otro es de cuatro hermanos; otro de tres. Y quien quiera adoptar, deberá postularse para cada caso concreto: podrá adoptar a esos grupos de hermanos, sin que éstos se separen”, precisó el secretario de Gestión Pública provincial, Matías Figueroa Escauriza, en diálogo con El Litoral.
Los 14 chicos y chicas que integran cada uno de los nueve casos son todos de la provincia. Hay de Santa Fe ciudad y de Rosario, pero también de otras localidades. Ya fueron visitados por especialistas del Registro Único Provincial de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos en los hogares donde actualmente residen. Los interesados de todo el país que quieran postularse para alguno de estos nueve casos deben inscribirse vía on line en la página www.santafe.gob.ar/convocaruaga/. Cada aspirante es evaluado.
Hasta ahora, las estadísticas oficiales muestran una repercusión positiva de estas convocatorias: en los primeros seis meses de 2018, fueron 91 los procesos de vinculaciones (adopciones), y de éstos 31 fueron mayores a 10 años de edad. Hasta octubre se registraron 102 vinculaciones en total.
“Con esta nueva convocatoria múltiple, nos pusimos como objetivo hacerla lo más rápido posible, y tratar de encontrarles familia a cada uno de los casos. Además, queremos que estos chicos y chicas puedan pasar una Navidad diferente, en el seno de una familia que los adopte en su hogar, y no en una institución. Y creo que si sale todo bien, los plazos nos darían (para ubicarlos en adopción). De lo contrario, pasados los 18 años quedarán institucionalizados, algo que no queremos que ocurra”, subrayó Escauriza.
“Juntos y con un perrito”
Figueroa Escauriza narró los pedidos de cada uno de los chicos tras la visita que realizaron especialistas en los hogares donde residen. “Fuimos a hablar con ellos, les contamos que íbamos hacer esta convocatoria, y les preguntamos si estaban dispuestos (a ser adoptados). Queríamos saber qué deseaban ellos”. Y relató varios ejemplos: “El grupo de cuatro hermanos (de 8, 10, 12 y 14 años, tres nenas y un nene) nos pidió que quien los adopte, los adopte a todos juntos. No se quieren separar. Y segundo, que la futura familia adoptiva tenga un perro”.
En el caso del grupo de tres hermanos, también pidieron que los adopten a todos juntos. “Y que quien los adopte les deje adoptar un cachorro y un gatito, porque ellos los quieren criar”, contó. Uno de los casos individuales (un nene de 10 años), pidió que en el hogar que sea recibido (en adopción) haya cerca un club de fútbol, porque el juega a la pelota y quiere seguir jugando.
Otro de los casos individuales contados por Figueroa Escauriza fue conmovedor. “Se trató de un chico de 16 años, que tiene una discapacidad. Nos estaba esperando con una carta. Esa carta decía: ‘Quiero que me adopten. Quiero que me adopten rápido. Quiero una familia ya’”.
“Cambiarles la vida”
“Lo importante es que entre todos, Estado, medios de comunicación y sociedad, tratemos de cambiarles la vida a estos chicos. De lo contrario, muchos de ellos van a quedar institucionalizados a los 18 años, cosa que no queremos que ocurra. Ellos merecen tener una familia. Porque una institución (un hogar) podrá ser linda; pero no suple un entorno familiar. Y la intención es que estos chicos pueden criarse, puedan tener un proyecto de vida siendo parte de una familia”, subrayó el funcionario.
Perfiles adoptivos
Antes de cualquier convocatoria pública de adopción se deben agotar dos instancias: primero, buscar aspirantes con un perfil que se ajuste a determinados requisitos; segundo, un pedido de colaboración que se hace a la Red Federal (donde están todos los registros del país) para saber si en una provincia hay aspirantes con perfiles adoptivos apropiados.
El proceso de evaluación sobre las familias de aspirantes a adoptar es muy estricto. A cada una de éstas las visita un psicólogo y un trabajador social. Estos especialistas harán un informe sobre cada situación sociocultural y económica. Luego se determina el proyecto de vida adoptivo (de esa familia) con el caso concreto (niño, niña o grupo de hermanos).
Fuente: El Litoral
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