Las indignantes imágenes de un joven de 18 años que atacó a su ex pareja en el estacionamiento de un boliche de Las Rosas recorrieron el país y ahora el agresor se entregó a la policía.
El hecho ocurrió el 28 de julio pasado, minutos antes de las 6 de la mañana, en el playón de estacionamiento del local bailable Rumba, ubicado sobre la ruta Nacional 178, entre las calles Mendoza y Tucumán.
Herrera, empleado de una firma de producción y comercialización de pulverizadores, estaba hacía una semana separado de Gina -con quien tiene dos hijas de dos años- por decisión de ella. Al enterarse de que ella salía con sus amigos, se dirigió hacia el lugar y la golpeó salvajemente.
Las cámaras de seguridad de la zona registraron cómo él la toma del cuello, la tira al piso, la patea, le pega trompadas y le golpea la cara contra lo que parece el acoplado trasero de un vehículo mientras la agarra del pelo.
El impactante video del ataque, que comenzó a viralizarse en redes sociales la semana pasada, también muestra cómo le grita y la agarra del brazo para seguir agrediéndola, cuando efectivos de la policía provincial, alertados por los pedidos de auxilio de los presentes, lo frenaron.
Mientras la joven era trasladada al Hospital Samco, donde constataron múltiples escoriasiones y traumatismos en diversas partes de su cuerpo Herrera fue detenido y traslado a la comisaría de Las Rosas, donde le iniciaron una causa por lesiones leves dolosas y donde, tras prestar declaración, fue liberado.
Una fuente con acceso al expediente confirmó a Infobae que se inició una investigación en curso respecto del otorgamiento de esta libertad, que se produjo sin previo aviso a la fiscalía y que devino en un segundo episodio violento: Herrera volvió a la casa donde Gina vive con sus padres, en la localidad de Las Parejas, la volvió a agredir delante de sus hijas y se llevó su celular.
Desde entonces, Herrera, que no tenía antecedentes penales, estaba prófugo. Hasta anoche. “No puedo vivir tranquila, se tiene que hacer justicia. Por mí, por mi familia y por mis hijas. No podemos vivir con miedo, no lo merecemos”, aseguró Gina.