Por Esteban Jiménez*
Bomberos en español, Pompier en francés, Brandeweerman en holandés, Firefigther en inglés, Pompiere en italiano, y la lista sigue en todos los idiomas y en todo el mundo. Los bomberos según la historia nacen con los ejércitos romanos en el 64 d.C. en épocas de Nerón, donde un incendio devastó Roma. Roma era una ciudad densamente poblada, donde en sus construcciones abundaban los materiales inflamables, paja, madera, telas, con calles estrechas colmadas de tendederos, para combatir los incendios contaban con esclavos situados en puntos estratégicos de la ciudad con cubos de agua. Tras el incendio del año 64 d.C. el emperador Augusto decidió sustituir este sistema ineficaz creando un cuerpo de vigiles (vigilantes), que hoy podríamos llamar el primer cuerpo de bomberos profesionales de la historia.
En Argentina se podría decir que la historia tiene cierta similitud, todo comenzó cuando ocurrió un gran incendio en el barrio porteño de La Boca y Tomás Liberti junto a otros vecinos ayudaran a apagar el fuego con baldes que cargaban en el río y trasportaban en cadenas humanas hasta el fuego. El 2 de junio de 1884, Don Tomás Liberti, inmigrante italiano, junto con otros vecinos, creó el cuerpo de Bomberos Voluntarios de La Boca, lugar que como decíamos anteriormente guardaba cierto parecido con Roma, ya que la vivienda de la época era altamente combustible, conventillos construidos de maderas, chapas, donde vivían numerosas familias en lugares reducidos y de varios pisos de alto.
Movilizó a Liberti la necesidad de contar con personas profesionales y entrenadas en atacar incendio ya que cuando ocurrían las perdidas eran incontables. Familias de inmigrantes trabajadores que quedaban en las calles perdiendo lo poco que tenían. El primer incendio que enfrentaron fue en el barrio de Barracas el 14 de noviembre de 1884, en una fábrica de velas, luego de esto la Capital les donó dos bombas a vapor que fueron bautizadas con los nombres de “José Fernández”, un diputado, y “Argentina”, la cual hoy se exhibe en el cuartel de Bomberos Voluntarios de La Boca.
En Santa Fe la historia se remonta al 24 de noviembre de 1949, cuando se crea la asociación de Bomberos Voluntarios de Gálvez, primer cuartel de bomberos voluntarios de Santa Fe y en el año 1970 y con la creación de varios cuarteles en el territorio provincial se funda la Federación Santafesina de Asociaciones de Bomberos Voluntarios, con sede en la ciudad de Gálvez, que agrupa a los Asociaciones de toda la provincia.
En Oliveros por el año 2004, movilizados por las grandes distancias que tenían que recorrer los cuerpos de bomberos de la zona y después de varios siniestros que golpearon a nuestra localidad y localidades vecinas, luego de varios intentos un grupo de vecinos nos reunimos con la idea de formar la Asociación de Bomberos Voluntarios de Oliveros, encabezados por el Sr. Daniel DAmelio y Narciso Ruiz, se logra conseguir la Personaría Jurídica y el primer cuerpo de Bomberos de la localidad, contando en un primer momento con seis bomberos, de los cuales dos eran mujeres. En la actualidad la Asociación Bomberos Voluntarios de Oliveros cuenta con 20 bomberos siendo 13 varones y 7 mujeres.
¿Que es ser bombero voluntario?
Comencé en el Cuartel de Bomberos Oliveros en el año 2004, desempeñándome como tesorero de la Comisión Directiva durante un año, hasta que me recibí de Bombero, para luego pasar a formar parte de la Jefatura del cuartel como Sub Jefe el primer año y quedando como Jefe en el año 2006, puesto que ocupo hasta la fecha. Siempre digo que esta profesión tiene experiencias muy dolorosas como ver que el fuego destruye el sacrifico de tantos años de una familia, los bienes, los recuerdos, pero también tiene cosas muy reconfortantes como un simple muchas gracias, un abrazo, una visita después de un siniestro.
Ser bomberos requiere de mucha capacitación, horas de estudio, tiempo invertido en pos de los demás, fines de semana compartidos con camaradas en cursos en lugar de la familia, pero en especial requiere de eso tener una familia que conozca que nos pasa por dentro cuando suena la alarma y tenemos que salir a ayudar a otro, que quizás no conocemos ni volveremos a ver nunca más. En mi caso en particular mi familia es el puntal fundamental para poder formar parte de esto, acompañado por mi mujer María Eugenia, a quien un día le dije: “vení que nos hace falta gente”, allá por el año 2004 y nunca más se fue, que se desempeñó siempre en la Comisión Directiva, como Secretaria, Presidente y actualmente Prosecretaria. Mi hijo mayor Julián quien fue cadete de Bombero y el año próximo ingresa a realizar el curso de Bombero, y mis hijas Florencia que no quiere ser bombero pero al igual que la madre siempre está colaborando en cada evento que se realiza y Catalina la más pequeña que podría ser la tercera bombero de la familia. Sin este aporte de ellos esto sería imposible de llevar adelante.
Ser bombero requiere de una inversión de tiempo el cual hoy en día a nadie nos sobra, es dejar de hacer cosas personales para concurrir al cuartel, los bomberos nos dividimos el día entre trabajo, familia y cuartel. El Bombero Voluntario no es rentado por esto debemos realizar otra actividad laboral, en muchos casos ante una emergencia los bomberos que trabajan por cuenta propia dejan sus actividades y junto a los que se encuentran en la localidad asisten a la emergencia, mientras que otros se encuentran trabajando, no pudiendo asistir a la misma, pero si algo es notorio es la responsabilidad de estos, los cuales muchas veces asisten a la dotación (bomberos que salieron en el camión) solicitando recursos o consiguiendo los recursos logísticos.
Yo considero que el cuartel de bomberos es una familia grande, en la cual nos agrupamos con un solo fin, ayudar a los demás, en esta familia nos vamos conociendo entre los bomberos sabemos cuándo alguno tiene un problema y tratamos de ayudarlo, sabemos cuándo estamos bien, cuándo estamos mal, compartimos los buenos momentos y los malos, muchas veces después de una emergencia lloramos juntos para descargar todos esos sentimientos que quedan en el interior, pero solo sabemos que nos moviliza el dolor de los demás. Muchas veces las cosas no salen como uno quisiera, pero siempre sabemos que dejamos lo mejor de nosotros.
¿Muchas ves me preguntaron lo hacen gratis? ¿GRATIS? ¿No cobran nada? Y yo siempre respondo: “sí, gratis, veni sumate y vas a entender el porqué”. Obviamente algo necesitamos para cargar las pilas y poder seguir adelante y eso es un saludo, un gracias, un “siempre están”, o como en mi caso ver las caras de los niños al pasar el autobomba.
En Oliveros todos los 5 de enero recibimos la visita de tres amigos incondicionales “LOS REYES MAGOS” con los cuales realizamos una caravana por el pueblo repartiendo caramelos, los cuales se comienzan a embolsar halla por diciembre, ver las caritas de alegría de todos los niños al recibir sus caramelos o ver la caravana de bicicletas, motos y autos, durante cuadras detrás del autobomba, ver a estos niños que llegaron las primeras veces en brazos de sus padres y hoy acompañan a los mas pequeños, es la paga a meses de sacrificio.
*Oficial Principal – Jefe de Bomberos Voluntarios de Oliveros
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