Hace 100 años, la peste bubónica hizo estragos en la región. Los enfermos se multiplicaban sin conocerse cómo tratar la afección y aislando a los afectados, que no tenían más remedio que la muerte. En 1919 pocos eran los medios y escasos los centros de salud que se debieron adecuar a este flagelo.
Particularmente en Totoras, o la Colonia Santa Teresa de ese entonces, la situación fue más que elocuente. El hospital todavía no había sido inaugurado y tuvo que ser habilitado para poder atender a los atacados del mal. Los cadáveres no podían ser velados ni llevados al cementerio por las calles del pueblo, por temor al contagio.
En ese marco, se produce un hecho tan emocionante como ejemplar, conocido en la región como “la entrega de las Hermanas Ma. Javier y Guillermina”, que recientemente fue plasmado en un libro por el historiador local Diego Bocco.
Las monjas franciscanas se ofrecieron voluntariamente para cuidar de los enfermos y se recluyeron en el nosocomio. Se trató de Maria Javier de 62 años y Guillermina de 39 años. Ambas se recluyeron a cuidar a los enfermos en el hospital sabiendo que su exposición podía significar contagiarse.
El 20 de octubre de 1919 ingresaron al hospital, para cuidar a sus hermanos, aliviar su dolor, reconfortarlos y prepararlos para sus últimos momentos. Sin embargo, días más tarde, ambas hermanas no pudieron evitar el contagio y fueron afectadas por la peste bubónica.
Los síntomas eran inequívocos y cayeron en cama. Poco a poco se fue deteriorando su salud pero no aceptaron que nadie más ingrese para sus cuidados y ellas mismas se encargaron de los demás pacientes, hasta su final.
Sin embargo, la madre superiora ingresó y pudo hablar con ellas.
“Que no se preocupen las hermanas por nosotras. Nos vamos a la Vida. Pronto terminara este mal. Hasta pronto, hasta el cielo, ahora mas que nunca somos felices”, le dijeron.
Finalmente, el 13 de noviembre de 1919, mueren las dos hermanas con tres horas de diferencia, dejando un imponente mensaje que 100 años después aún resuena en las calles de Totoras.
HOMENAJES Y OBRAS EN SU HONOR
El pasado miércoles se realizaron los eventos programados en el marco del centenario de la entrega de las Hermanas Ma. Javier y Guillermina, organizada por la comunidad educativa del Colegio San José junto a la Municipalidad, la jornada incluyó una misa en la Parroquia local y un acto posterior frente al Hospital, con la presencia de autoridades municipales, del Hospital; autoridades, docentes y estudiantes del Colegio San José, integrantes de la congregación de las Hermanas Franciscanas y la visita del arzobispo de Rosario, Eduardo Martin.
En la oportunidad se descubrió una placa recordatoria, y se dio a conocer el trabajo seleccionado para representar este acontecimiento diseñado por María Eugenia Reartes. Además, se presentaron números artísticos alusivos interpretados por alumnos y alumnas de la escuela.
Luego del acto, el intendente Horacio Carnevali dejó habilitadas las nuevas obras del Hospital con nuevas salas y dependencias, que había sido iniciada en el marco de un convenio entre gobierno provincial y municipalidad en 3 etapas, de las cuales se recibió el aporte provincial por la primera de $ 2.300.000, mientras que la municipalidad afrontó el resto para poder poner en funcionamiento esta obra necesaria para los totorenses.
Además, el martes se realizó la presentación del libro “Hnas María Javier y Guillermina” en la Sala de Muestras del Centro Cultural Sarmiento con la presencia de la Hermana Verónica ministra regional, la Hermana Olga, ministra general de la congregación, el intendente Horacio Carnevali, la directora del nivel secundario del Colegio San José, Marcela Torelli, el juez comunitario Germán Castellani, el autor del libro, Diego Bocco, demás integrantes de la congregación, docentes y público en general.
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