En la mañana de este martes se realizó una conferencia de prensa en Gálvez, en la cual la dueña del geriátrico donde una abuela fue golpeada por una cuidadora, dio detalles de lo ocurrido y la investigación. “Estamos todos mal, es la primera vez que pasa”.
Graciela Siboldi, propietaria del geriátrico Eden Ezer, lamentó lo ocurrido con la abuela Ana Teresa. La anciana fue atacada por una cuidadora que cubría reemplazos en el lugar y quien le dejó visibles heridas en su rostro y brazos.
El hogar trabaja hace 10 años y hace cuatro que Ana se alojaba allí. “Estamos todos mal por lo que pasó. Nunca había ocurrido algo así”, aseguró Graciela a los medios presentes acompañada por la abogada Natalia Pietrodarchi, abuelas y familiares de ellas.
En cuanto a los hechos, contó: “La cuidadora me llamó para decirme que Ana se cayó. Vine al hogar y ella ya estaba preparada para irse. Le pregunté si estaba bien y me dijo que sólo tenia un corte en la cara y se fue. Yo entré a la pieza, le pregunte como se había caído y me manifestó que la cuidadora le había pegado. Es muy feo”.
En cuanto a su proceder, relató que primero se comunicó con el médico que acudió al hogar a ver a la abuela y luego con el hijo de la mujer para manifestarle lo ocurrido. “Hace años que tiene a su mamá, jamás hubo una queja. La señora siempre estuvo controlada, nueva perdió el conocimiento, siempre estuvo con sus signos vitales, desayuno, almorzó. No es como dicen que estuvo tirada en un rincón, acá se le brinda lo mejor. Nunca hubo un abuelo tirado”, aseguró.
“Cuando el hijo vino le comenté que estaba la opción de llevarla ese mismo dia a la guardia o al otro día que estaba el doctor Moya para seguir haciéndole estudios que el médico había indicado. El hijo me preguntó si yo la podía llevar y le dije que si. Vinieron a la tarde los nietos, estuvieron con ella y acordamos un horario para llevarla. La asistieron y salió todo bien”, expuso.
Luego de la atención en el centro de salud, la dueña del geríatrico indicó que se puso a disposición de la familia. “Les dije que lo que necesiten me llamen y me dijeron que la iban a llevar a la casa para contenerla. Después me citaron de la policía”, contó.
Por su parte, en relación al resto de los ancianos, aseguró que está respaldada por todos. Con respecto a la empleada, manifestó que no la volvió a ver y agregó: “Ella trabajaba ocasionalmente cuando yo la necesitaba porque tiene una hija discapacitada y me dio lástima”.
En tanto, la abogada Natalia Pietrodarchi, indicó que la familia radicó la denuncia por lo ocurrido y Graciela fue citada a declarar como testigo por lo ocurrido. Prestó declaración por la causa penal contra la acusada mientras continúa la investigación.
En cuanto a la clausura pasiva, fue realizada por ordenanza municipal ya que explicó: “Ante cualquier hecho se clausura en forma pasiva. No se pueden alojar a nuevas personas aunque si funcionar como lo venía haciendo. Hay un plazo para dar nuestra versión de los hechos. Entendemos que el proceder del hogar fue necesario y en ese sentido vamos a hacer el descargo. Después queda sujeto a la resolución del juez de falta como avanza la clausura y después la instancia de apelación”.
“Esto no es habitual acá, están las abuelas y sus familiares que pueden decir como es el trato. Se les comunicó a todos lo que había pasado y recibió el apoyo de todos porque ellos ven como es el trato con sus parientes. Sabemos que esto es grave, es atendible el enojo y la angustia, no tenemos nada contra la familia, al ponerse en el lugar de ellos es muy atendible la situación”, concluyó la abogada.
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