En los Tribunales de Casilda se llevó a cabo la audiencia imputativa contra un joven oriundo de San Lorenzo, acusado de abusar sexualmente de su sobrina de 9 años. Los padres de la menor denunciaron al familiar por un hecho puntual ocurrido el pasado 15 de febrero.
Ayrton Iván F., de 22 años, con domicilio en el Barrio Fonavi 1º de Julio de la ciudad de San Lorenzo, tiene una hermana que reside en Casilda. Está casada y es madre de dos hijos: un adolescente de 13 años y una nena de 9.
Según informa el portal Ahora Casilda, el sanlorencino Ayrton pasaba de visita durante unos 4 o 5 días en casa de su hermana. Fuentes judiciales indicaron que el acusado aprovechaba cuando quedaba a solas con su sobrina para cometer los actos aberrantes como exhibirle el pene, tocarla por encima y por debajo de su ropa, apoyarle el miembro a la niña, e inducirla a hacerle sexo oral, además de intercambiar imágenes explícitas por foto o videos a través del celular.
La propia niña reconoció ante una psicóloga de la Agencia de Investigación Criminal (ex PDI) que «siempre que estábamos solos él aprovechaba», y «cuando mi hermano se distraía o estaba con su celular, me mostraba el pene o se tocaba». También reconoció que los hechos habrían estado sucediendo desde hace unos dos años.
El caso se precipitó el pasado 15 de febrero cuando su tío y su primo estaban en el patio de la casa, pero la niña estaba en su habitación y Ayrton se encontraba estaba en el baño. Cuando el padre de familia fue a buscar a su hija, ella le reconoció que estaba en una videollamada y que el joven sanlorencino la obligaba a mostrarle su «chochis», mientras él estaba en el baño con haciendo lo mismo con su pene. El propio padre vio la escena e interrumpió la videollamada no sin antes preguntarle: «¿Que hiciste Iván?», por su segundo nombre del imputado, según refiere la investigación.
«Yo armaba casitas en mi cuarto y mi primo (por su tío) siempre venía, entraba, y me hacía tocarle el pito», reconoció la menor en otro pasaje de su declaración ante la profesional que la entrevistó. Y agregó: «yo no mentía. siempre hubiera querido que mi hermano nos viera, hasta que esta vez mi papá se dio cuenta», provocando casi un «relato hilvanado, verborrágico, coherente y a manera de desahogo», como expresara al final el juez de primera instancia, Carlos Pareto, en la audiencia.
La Fiscalía, a través del fiscal Emiliano Erhet, acusó a Ayrton Iván F. por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, en concurso real, además la promoción de corrupción de menores agravado por la edad de la víctima, como autor y con hechos consumados, teniendo en cuenta la reiterada exhibición de su miembro sexual, los tocamientos, el apoyo del miembro sexual sin penetración, la obligación de ver fotos y videos y también por haberla obligado a practicarle sexo oral hasta la eyaculación.
El fiscal, sin más argumentos que la propia declaración rechazada por la defensa, y los relatos de las declaraciones de ambos padres de la niña, sostuvo su postura, solicitando que la menor y su hermano, declaren en Cámara Gesell como anticipo jurisdiccional de prueba como único elemento para el futuro juicio oral y público y pidió a su vez, la prisión preventiva del imputado por el plazo de 90 días.
El juez Pareto no solamente argumentó que el relato de la niña era absolutamente coherente, sino que mirando fijamente a los padres del acusado, explicó punto a punto los argumentos del Código Penal que le permitieron aceptar ambos pedidos del fiscal, en cuanto a la declaración de los menores en Cámara Gesell como también dictaminando la prisión preventiva de Ayrton Iván F. por 90 días para permitir la ampliación de las investigaciones y previo a la llegada del juicio oral y público.
Fuente y foto: Ahora Casilda
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