En medio de una polémica nacional por los pedidos de excarcelación para presos en todo el país por la pandemia del coronavirus, la solicitud también la hizo un conocido cura que pasó por la región y hoy está condenado y cumpliendo su pena por diferentes casos de abusos.
En voto dividido, la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos denegó la prisión domiciliaria para el cura Juan Diego Escobar Gaviria, condenado en 2017 a la pena de 25 años de prisión por abuso y corrupción de menores, y que desde abril de ese año cumple prisión preventiva en la Unidad Penal de Victoria.
Se trata del párroco que hace 20 años estuvo al frente de la iglesia de Timbúes, localidad donde no se conoce ninguna denuncia de este tipo en su contra y donde muchos son los vecinos que conservan un buen recuerdo suyo.
El cura había sido condenado el 6 de septiembre por haber abusado a cuatro menores. En tres casos se lo acusó de promoción de la corrupción de menores reiterada, agravada por su condición de guardador; y en uno por abuso sexual simple agravado por ser cometido por ministro de culto. La sentencia fue confirmada en septiembre de 2019 por la Cámara de Casación Penal. Ahora, espera resolución una impugnación extraordinaria que tratará en breve la Sala Penal del STJ, según detalló elentrerios.com.
La Sala Penal denegó en las últimas horas el pedido formulado por la defensora del cura, Dra María Alejandra Pérez, que argumentó que Escobar Gaviria debería ser incluido en los grupos de riesgo por los problemas de salud que padece y por eso mismo pidió que la prisión en una unidad carcelaria la pueda cumplir con la modalidad de arresto domiciliario, en una vivienda de la ciudad de Victoria.
El pedido de la representante legal del cura -que en 2016 fue denunciado por las monjas del Colegio Castro Barros, de la localidad de Lucas González, por un primer caso de abuso- encontró el rechazo del Procurador General, Jorge Amílcar Luciano García, y del Defensor General, Maximiliano Benítez.
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