Un día como hoy, el 26 de julio de 1952, moría Eva Duarte de Perón. Evita, como todos conocían a la mujer de Juan Domingo Perón, es considerada una de las mayores figuras políticas de la historia del país, siendo la abanderada de los humildes y dueña de un estilo propio que, a pesar de su joven deceso, la catapultaron hacia el mito.
Fue presidenta del Partido Peronista Femenino y de la Fundación Eva Perón, y declarada oficialmente “Jefa Espiritual de la Nación”, en 1952. Su velorio fue multitudinario y la tristeza invadió a millones de personas que veían en ella liderazgo y sensibilidad. Murió tras padecer un cruel cáncer que se llevó su vida.
Luego llegaría la llamada “Revolución Libertadora”, una dictadura que derrocó a Perón e intentó borrar todo rastro del peronismo. En la región no fue la excepción.
Según cuenta Sebastián Alonso en su libro “Monje, sus orígenes”, un busto de Eva Duarte de Perón fue erigido en el Bulevar Alzugaray, en el lugar donde hoy se levanta el Monumento a la madre, frente a la actual biblioteca popular.
Justamente había sido colocado en un aniversario de su muerte, estiman que en 1953. De hecho hay imágenes fotográficas que certifican esa ceremonia de inauguración, con la presencia de público y autoridades, como el presidente comunal de ese entonces, Luis Pacífico Frattoni, quien leyó un dicurso.
Pero producida la Revolución Libertadora del 55 y tal como sucedió en muchos pueblos y ciudades del país, el busto fue destruído. Incluso también se cambió el nombre de la calle Eva Perón, que pasó a ser nombrada, de manera muy sugerente, como “Libertad”.
Vale destacar que María Inés Gómez de Fondevila fue la interventora del gobierno comunal de Monje durante esta dictadura. También fue interventor durante un año Segundo Gobbo, quien luego renunció para presentarse a elecciones, ganó y estuvo dos años en el puesto.
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