La fuerte carta de una enfermera de la región: “La gente se está muriendo, cuidate”

Mientras las fiestas clandestinas o la aglomeración de personas  siguen observándose en diferentes puntos de la provincia de Santa Fe, la parte humana del sistema de salud está cada vez más colapsado. “No pedimos aplausos, pedimos que te cuides”

La declaración es de Antonella Pachiotti, una joven enfermera de la ciudad de Gálvez que se encuentra trabajando en el Sanatorio Delta  de Rosario. Entre memelucos, barbijos y largas jornadas de trabajo, no puede evitar mirar decepcionada el comportamiento de parte de la sociedad.

Acompañando sus palabras con fotos de grandes grupos de personas, indicó: “Soy enfermera y en esta pandemia además de nuestro trabajo habitual empezamos a pasar más horas con los equipos y aislados que con nuestra familia, aprendimos los que no sabíamos a trabajar con respiradores, a usar medicación que no es habitual y pudimos darnos cuenta que nuestro cuerpo aguanta más horas de guardia de las que pensábamos”.

“Pero también nos convertimos en la familia que los pacientes que están internados extrañan. Escuchamos sus historias, festejamos sus pequeños logros como pasar de una máscara de reservorio a una bigotera (por más tonto que parezca), sufrimos y lloramos cada perdida como si fuera un familiar nuestro. Y no es justo, para nada, que la gente que reclamaba libertad porque se sentía agobiada por el encierro hoy se maneje de esta manera”, lamentó.

Aseguró que le duelen las imágenes de fiestas mientras que los profesionales de la salud luchan día a día contra el coronavirus. “Nunca pedimos los aplausos, nunca paramos aunque los sueldos no sean los adecuados y no tengamos los insumos que necesitamos para trabajar. Lo único que pedimos desde el día uno fue que te cuides”, expresó.

La joven profesional envió por último un fuerte  mensaje a la sociedad.  “La gente se está muriendo hermano! Cuídate, cuídame, que necesito estar bien para cuidar a los tuyos”, concluyó.

Por otro lado, Brian Paz, amigo y colega de Antonela, oriundo de Casilda, también dejó su mensaje en redes sociales luego de 16 horas seguidas de guardia. “A diferencia de antes hay desabastecimiento de medicación que les permite a los pacientes no sentir dolor, no sufrir, no agonizar, teniendo así como única opción para nosotros y para los pacientes sostenerles la mano a través de un triple par de guantes y decirles que no tengan miedo, como si nosotros no lo tuviéramos”,  reflejó.
“Se nos están yendo nuestros abuelos, nuestros padres con factores de riesgo, gente joven con enfermedades preexistentes. Agonizando. Sostenidos por la mano de un personal de salud que los conoce hace unos días, que aunque nos hayan enseñado a tener la distancia óptima para que no nos afecte psicológicamente, hoy es imposible. Es imposible porque del otro lado vemos la gente que se caga en todo, en el personal de salud, en la salud de su propia familia creyéndose rebeldes, capos por hacer jodas clandestinas, aglomerarse en el río, en las plazas”, soltó.
Al igual que su colega galvense, no titubeó al expresar que “la gente se está muriendo” y agregó: “Ustedes priorizan la joda, la verdad que a mi no me gustaría sentir culpa o responsabilidad si a un ser querido, ya sean mis viejos, mis abuelos les llegue a pasar algo por una irresponsabilidad mía, no creo que nadie pueda vivir con eso. Seamos menos egoístas y dejemos la joda para otro momento”.
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