Desde el 20 de marzo que las empresas que prestaban el servicio de transporte interurbano en pueblos y ciudades de la región están paradas por la pandemia y sin poder trabajar. El aumento de costos, el pago de salarios y la falta de subsidios nacionales hacen que la situación sea crítica.
Así lo confirmó Roberto Caruso, el titular de Cetram, la cámara que nuclea a las firmas de transporte entre las cuáles se encuentran Tata Rápido, Galvense y Guemes, entre otras.
“Tenemos la expectativa y la necesidad de salir a trabajar. Hoy las empresas están vacías de contenido y con un endeudamiento muy grande, se nos va a dificultar muchísimo”, manifestó en diálogo con El Tres.
“No vamos a poder cumplir con todos los servicios, vamos a necesitar del apoyo de la provincia. No podemos ni comprar combustible para poder salir a trabajar”, expresó el empresario.
Lo que adelantaron es que, en caso de volver, necesitarán asistencia económica extraordinaria y será un servicio restringido en cuanto a la frecuencia. “Se deberá ver la cantidad de servicios y la cantidad de pasajeros que vamos a trasladar, que seguramente son pocos”, adelantaron.
Asimismo, el diálogo por recursos con los gobiernos no es el mejor. “La provincia dice que la asistencia económica ya la está dando, pero eso es antes de la pandemia, necesitamos algo más. El gobierno nacional suspendió los subsidios de ATP para las empresas de septiembre y octubre. Si no lo abonan la cosa será grave”.
Por último, Caruso señaló: “Es una situación difícil para todos. Nosotros no somos los responsables de estar parados y no tener ingresos para pagarles a los empleados”.