El Senado de la Nación aprobó el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo por 38 votos a favor y 29 en contra a las 04.12 y con una abstención.
El debate duró doce horas y fueron claves los votos indecisos, que se inclinaron a favor de la ley. Así, el Congreso legalizó y despenalizó el aborto voluntario hasta la semana 14 de embarazo y Argentina se convirtió en el país más grande en población de Latinoamérica en avanzar en este derecho.
Los votos revirtieron también los 38 votos negativos de 2018 y saldaron una de las deudas más grandes de la democracia: el derecho a decidir sobre el propio cuerpo.
La aprobación fue una conquista de los feminismos y de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito protagonistas del debate y de la despenalización social del aborto en la Argentina.
La iniciativa fue una promesa de campaña de Alberto Fernández, que ratificó en la apertura de sesiones del Congreso de este año pero que quedó en suspenso con la pandemia.
Durante todo el año, la Campaña Nacional Por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratiuto y los feminismos mantuvieron en agenda el tema y exigieron que la ley fuera tratada antes de que terminase el 2020. Finalmente, el 17 de noviembre Fernández anunció el envío, junto con la iniciativa que crea el Plan de los Mil Días, que acompaña a las mujeres que desean ser madres en los primeros tres años.
El debate en el Parlamento tuvo el impulso del Poder Ejecutivo, que jugó un rol clave en conseguir los votos. Fue una diferencia importante en relación a 2018, cuando Mauricio Macri se jactó de habilitar el debate pero desde su gobierno se obstaculizó la aprobación. De hecho, el Senado fue en ese entonces un bastión impenetrable, con Gabriela Michetti a la cabeza.
Fuente: El Ciudadano
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