Un joven de Barrancas sufrió una importante herida este sábado en uno de sus pies en la zona del balneario de Puerto Aragón luego de ser picado por una raya.
El episodio ocurrió frente a la playa del Cherú Guazú, en la orilla del río Coronda, y terminó siendo atendido en el Samco de Barrancas, luego de ser trasladado por un particular.
“Hacía media hora que había llegado al puerto y como hacía calor me fui a mojar al río con mi hijo más chiquito y mi hermano”, contó Iván a Info Más.
El muchacho de 26 años apenas puso el pie izquierdo en el agua sintió algo raro. “Pensé que había pisado un caracol, pero levanté el pie y luego me empezó a sangrar mucho. Empecé a sentir un dolor y un ardor muy fuerte que me empezaba a subir”, relató.
Herido en su tobillo izquierdo, logró salir del agua y debió ser ayudado. “Me sacaron alzado de la playa porque ya no podía caminar. Por suerte me picó a mi y no a mi hijo que tiene 7 años”, indicó.
Necesitando atención médica de urgencia, debió recurrir al pueblo. “El dispensario de Puerto Aragón estaba cerrado y me vine manejando como pude, sólo con el pie derecho hacía todo”, contó Iván.
Con un gran dolor llegó al Samco de Barrancas, donde le limpiaron la herida y le aplicaron un inyectable. Luego le indicaron que coloque el pie en agua caliente y eso ayudó a calmar el dolor. Ahora deberá concurrir periódicamente para ser controlado.
Por suerte la chuza no llegó a atravesar su pie porque el tobillo se lo impidió. Se trata de una época donde las rayas, más con el río bajo, se acercan a las zonas playas y son extremadamente peligrosas no sólo por el dolor que provocan sino que requieren de asistencia médica por la toxina venenosa que liberan a través de su aguijón.
“Por suerte ya estoy mejor y no duele tanto, pero es muy intenso lo que se siente”, finalizó el joven.
¿Qué hacer en caso de picadura de raya?
El dolor es inmediato e intenso, si bien disminuye gradualmente en un periodo de 6 a 48 horas. Muchas personas que sufren este tipo de herida manifiestan desvanecimiento, debilidad, náuseas y ansiedad. Son menos frecuentes los vómitos, diarrea, sudoración, espasmos generalizados y las dificultades respiratorias.
Una vez lavada la herida se recomienda sumergir la extremidad en agua caliente, todo lo calie nte que el paciente pueda soportar (40-45º C) durante unos 30 a 90 minutos. Con esta medida se intenta desactivar el veneno que posee una toxina termolábil, consiguiendo reducir el dolor. No es necesario aplicar torniquete. Acudir al centro de salud más cercano.
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