Este sábado 11 de septiembre se cumplen 20 años del peor atentado que sufrió Estados Unidos en su suelo y que sacudiera a todo el mundo. Ese mismo día, pero del año 2001, un ataque terrorista liderado por Al Qaeda estrelló dos aviones contra las Torres Gemelas en Nueva York, derribándolas y dejando un saldo de casi 3.000 víctimas fatales y un cuarto de millón de heridos.
Fue allí donde tomó muchísima relevancia el trabajo de los rescatistas. Bomberos de todas partes acudieron al lugar y muchos de ellos también murieron intentando salvar a las personas atrapadas en las torres.
Una de las tantas autobombas que trabajó en el lugar, hoy, 20 años después, presta servicio en el cuartel de Bomberos Voluntarios de Serodino, a donde llegó después de haber pasado por el cuerpo bomberil de Salto Grande.
La unidad, modelo 1992, fue parte nada menos que del New York City Fire Department (FDNY), el Departamento de Bomberos de Nueva York, que tomó especial trascendencia tras el denodado trabajo que realizó en el atentado.
Producto de esas labores la autobomba quedó deteriorada y debió ser restaurada e incluso participó luego en una película llamada “Al Borde del Abismo”.
En 2012 llegó a manos de los bomberos de Salto Grande y el 28 de enero de 2021 pasó a manos del cuartel de Serodino, donde se encuentra actualmente, al servicio del pueblo y la región.
Más allá de la anécdota y la historia de la autobomba, para los cuerpo bomberil serodinense significó un salto de calidad. “El día que haya una emergencia, queremos estar a la altura de la necesidad para poder ayudar, no solo en la localidad, sino en la región. Cada vez que nos soliciten vamos a estar ahí”, expresó el jefe del cuartel, Edgardo Espindola, el día de la presentación oficial.
Sostienen que el alma de un bombero desaparecido el 11-S protege a una autobomba sanlorencina
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