Así de crudo es el relato de Pablo Drovetta, el dueño del único viñedo de la región, ubicado en Serodino.
Se quemaron 150 hectáreas de campo y si no fuese por la gente que colaboró, el fuego avanzaba sobre las vides y toda la estancia. Debieron arar una franja de campo para que funcione de cortafuego.
Trabajaron Bomberos Voluntarios de Serodino y de Pueblo Andino y muchas personas y empleados de campos que colaboraron para impedir el avance del fuego.