Rubén Carrera conoció a Carlitos Balá personalmente en su adolescencia y se convirtió en uno de los fanáticos más conocidos de Carlitos Balá. Tras la muerte del artista, a los 97 años, lo recordó a puro amor.
La historia comenzó hace muchísimos años y de forma casual, cuando el oriundo de Cañada de Gómez y el humorista infantil más querido coincidieron en un espacio de firma de autógrafos en Rosario.
“Era un maestro, ídolo total, como personaje, persona, en la vida y como familia”, lo definió Carrera en Siempre Juntos, por Cadena 3 Rosario.
“No tengo palabras de agradecimiento para lo que me brindaron él y su familia. Es un personaje único en la farándula argentina y me atrevo a decir que en el mundo”, expresó.
Carrera construyó su fanatismo mientras le daba forma a una inmensa colección de artículos vinculados a Carlitos Balá. “Empecé desde chiquito guardando revistas y discos. De grande, con la aparición de internet, fui perfeccionando”, indicó.
Y recordó cómo nació el vínculo entre el fanático y el ídolo. “El primer contacto lo tuve en Rosario, cuando tenía 13 o 14 años. Él estaba firmando autógrafos. Cuando me tocó le mostré el bibliorato que tenía y me hizo a un lado y nos dio entradas para la primera fila. Ahí empezó una relación, pero siempre con respeto, nunca invadí”, remarcó.
“Tenía un clásico humor porteño, absurdo, con juegos de palabras. Muy groso. Era muy dado con la gente”, recordó emocionado.
Carlitos, el creador de la mítica frase “¿Qué gusto tiene la sal?” estaba internado desde este jueves en el Sanatorio Güemes. El querido actor partió por la noche a las 21.30.
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