A partir del próximo sábado 1 de junio se registrará un incremento en el precio de combustibles debido a la actualización de los gravámenes específicos, aunque la suba más fuerte se daría en julio cuando se traslade el total de los hechos imponibles que se perfeccionen en ese período.
El Gobierno Nacional ha decretado la actualización del Impuesto a la Transferencia de Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDL), medida que se implementará desde el 1° de junio. Esta decisión implica un aumento en los precios de la nafta y el gasoil.
Mediante el Decreto 466/2024 publicado este lunes en el Boletín Oficial, se establecieron los nuevos montos del ICL: $10,121 para la nafta y $8,245 para el gasoil, con un adicional de $4,464 para el gasoil por el “incremento monto fijo actualizado del gravamen – tratamiento diferencial”. El Impuesto al Dióxido de Carbono también se ajustará, agregando $0,619 a la nafta y $0,935 al gasoil.
La decisión del Gobierno de actualizar los impuestos responde a la necesidad de mantener la recaudación en línea con la inflación. El argumento es que esta medida es indispensable para garantizar la sostenibilidad fiscal y evitar un desbalance económico mayor. “Con el fin de estimular el crecimiento de la economía garantizando un sendero fiscal sostenible, resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de junio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil”, sostiene el decreto.
Resta aun saber si las compañías petroleras trasladarán también algún porcentaje adicional, respondiendo al incremento de sus costos, relacionados con la devaluación del peso, la suba de los biocombustibles y la inflación, indicaron desde el medio Surtidos.com.ar
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