Como cada mes desde que asumió el gobierno de Javier Milei, se producirá un nuevo incremento en el precio de los combustibles líquidos, que impactará directamente en los surtidores. Se espera que el incremento al público sea de entre el 2.5 y el 3.5 por ciento.
La medida entrará en vigencia desde este domingo 1 de septiembre para la nafta y el gasoil, ya que el Gobierno aumentó nuevamente el impuesto a los combustibles que se traslada directamente a los valores que encuentran los usuarios en las bocas de expendio de todo el país.
Se trata de un nuevo incremento al impuesto sobre los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC). De esta manera, Economía puso fin a la incertidumbre sobre lo que sucedería con esta carga tributaria.
En los meses anteriores Nación aplicó aumentos parciales para tratar de atenuar el impacto sobre la inflación general, lo que ha causado un retraso en ambas cargas tributarias. De acuerdo con la consultora Economía y Energía, si se aplicara de una sola vez todo el retraso que existe a nivel impositivo, los combustibles subirían un 19.5%.
Menores ventas
La CEC elaboró un informe donde señala que las ventas recientes «fueron inferiores a las de julio del año 2023, aunque la diferencia fue mayor a la del mes de junio, cuando la merma se ubicó en el 12,05 por ciento».
«No obstante esto, se cumplió el octavo mes consecutivo con resultados interanuales negativos. A esta baja en las ventas se agrega un atraso de los precios de los combustibles durante el año en curso, que alcanza los 16 puntos porcentuales, incidiendo negativamente en la rentabilidad de las estaciones de servicio», indicó la entidad.
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