Un escenario digno de una película de terror sacudió la tranquilidad de Cañada de Gómez este martes por la tarde, cuando un grupo de vecinos se topó con una escena estremecedora: el cuerpo sin vida y totalmente calcinado de una persona, tirado a la vera del arroyo homónimo de la ciudad.
El hallazgo tuvo lugar en una zona alejada, cerca del puente ubicado al oeste de la ciudad, entre la calle Alem y el llamado “camino de la perrera”, un lugar ya de por sí solitario, flanqueado por las vías del ferrocarril.
El cuerpo yacía boca arriba, sin rastros de vida, reducido casi por completo a cenizas, como si alguien hubiera querido borrar toda evidencia.
Tras el llamado desesperado al 911, un móvil policial acudió al lugar y procedió a acordonar la escena, mientras se esperaba la llegada del fiscal de turno, Franco Miatello, y del personal de Criminalística. La imagen del cuerpo carbonizado, en medio del entorno natural, dejó una impresión imborrable en quienes estuvieron presentes.
La investigación ya está en marcha. La policía recolectaba pistas que ayuden a determinar tanto la identidad de la víctima como las circunstancias de su muerte.
Lo único claro hasta ahora es que se trata de un crimen marcado por una violencia extrema, con un intento evidente de ocultar o destruir todo rastro.
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