El reciente anuncio del Gobierno de Santa Fe sobre la suspensión por un año de la exportación de pescado generó fuerte malestar entre los pescadores de la provincia. La medida, firmada el pasado 31 de octubre y que se implementará entre el 15 y el 20 de diciembre, sorprendió al sector, que ya se encontraba cumpliendo con la tradicional veda anual del surubí, vigente del 1 de noviembre al 31 de diciembre, sin mayores inconvenientes.
Jesús Pérez, presidente de la Asociación de Pescadores, que nuclea a trabajadores de río de Coronda, Gaboto, Rosario y otros sectores costeros de la provincia, advirtió que la resolución “complica mucho” la situación económica de más de 2.500 familias que viven de la pesca en Santa Fe y piden que se revea la medida para no tener que llegar a “los cortes de ruta”.
Según explicó, entre 1.000 y 1.500 trabajadores dependen directamente de los frigoríficos, mientras que el resto abastece al mercado interno, que ya se encuentra saturado. “Cuando esas 1.500 familias se vuelquen al mercado interno, se va a colapsar; ya no hay venta, es muy poca la que tenemos”, sostuvo el dirigente.
Pérez también cuestionó la falta de diálogo con el gobierno provincial y la inequidad de la medida, señalando que el río Paraná es compartido con Entre Ríos y Buenos Aires. “Hoy le van a restringir a 1.500 familias la pesca para frigoríficos y no a Entre Ríos, que seguirá exportando”, remarcó en diálogo con Uno Santa Fe.
En ese sentido, reclamó la apertura de una mesa de trabajo y una alternativa sustentable para los trabajadores del río: “Somos el único país que exporta pescados de río. Tenemos que proteger a las familias que nacieron y se criaron en el río; no podemos esperar a que salgan a la ruta para que recién los escuchen”.














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