Luego de idas y venidas los vecinos de calle Falucho de Totoras obtuvieron la canilla comunitaria. Pasaron más de 15 días desde que funciona la extensión de la red, que benefició a 20 familias. Ellos deberán pagar el servicio como cualquier totorense y sueñan con tener agua corriente en cada casa.
Las familias utilizan el agua de la canilla comunitaria sólo para cocinar y beber. El resto de las tareas, como lavar ropa, higienizarse y regar, las realizan con lo que el regador les deposita en los tanques. Desde la Cooperativa de Agua les exigieron un gran cuidado de este servicio, si no les cortarán el suministro.
Patricia, una vecina, aseguró a InfoMás que la canilla les cambió la vida. Además agregó que los días de lluvia y tormenta se les hizo difícil ir al centro a buscar agua, esto les garantizó que siempre van a tener este servicio. La Cooperativa de agua colocó un medidor, por lo que reúnen dinero de cada familia y cancelan la factura.
Otro reclamo que realizan los vecinos es que limpien el zanjón al frente de las casas. Este ambiente generó una gran cantidad de ratones que los imposibilita vivir tranquilos. Ellos comentaron que deben comprar la comida del día porque si guardan algo se lo comen los roedores.
Foto Ilustrativa
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