Leandro tiene 34 años, es oriundo de Monje, y le tocó atravesar la enfermedad a la que todos temen por estos tiempo. Lo hizo junto a su pareja, con quien vive en Rosario y ambos ya se encuentran recuperados y en buen estado de salud.
Belén y Leandro forman parte de los 14 casos de covid-19 positivos que tras varios días con fiebre, dolores corporales, pérdida del olfato y malestar en los ojos fueron dados de alta en Rosario.
Con la tranquilidad de no pertenecer a un grupo de riesgo, pero con la incertidumbre por no conocer muy bien al virus que tenían en sus cuerpos, la pareja transitó la enfermedad con paciencia, pidiendo la comida por delivery y cumpliendo con el aislamiento obligatorio en su departamento del centro de la ciudad.
“En verdad no sé cómo me lo contagié porque había estado en Perú, días antes de tener síntomas, pero también estuve en el aeropuerto de Santiago de Chile; así que di varias vueltas para volver”, comentó Belén, en diálogo con Rosarioplus.com.
La joven de 24 años llegó a la ciudad a mediados de marzo y comenzó a tener síntomas una semana después de su arribo. “Empecé con síntomas el 24 de marzo, el día anterior había comenzado con molestias en el cuerpo en general y cuando me desperté, ya levanté fiebre”, describió.
Teniendo en cuenta que poseía un antecedente de viaje reciente, Belén se comunicó con el 0800 que la Provincia puso a disposición para efectuar consultas relacionadas al covid-19 y describió su situación.
Al otro día, personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) se hizo presente en su vivienda y le realizó un hisopado para llevar a analizar al Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (CEMAR).
El 28 de marzo, los resultados del test confirmaron que la joven se había infectado de coronavirus y se incorporó a la lista de contagiados diarios que ese día sumó 3 casos en la ciudad, uno era el de ella.
“El mismo día que me dio positivo, mi novio empezó con una picazón en la garganta y la nariz”, señaló en referencia al muchacho que creció en Monje, donde vive su familia y aún conserva muchos amigos. En ese sentido, la joven detalló: “Pasando los días, sumó un dolor en los globos oculares, que eso también me había pasado a mí, el 23 de marzo a la noche”.
Por convivir con una infectada y tener antecedente de viaje (había vacacionado en Brasil), Leandro también fue sometido a un estudio de coronavirus que unos día después dio positivo también.
En cuanto a los síntomas de la enfermedad, Belén contó: “Fiebre llegué a tener casi 40, pero solo dos días. Dolor de cuerpo tuve durante tres o cuatro días, y después quedé anósmica (pérdida del olfato) seis días más o menos. Recién ahí pude recuperar un poco del olfato, incluso hasta el día de hoy hay olores que me cuesta percibir”.
Como la mayoría de los casos leves de covid-19 que se registraron en la ciudad, la joven realizó un tratamiento en su hogar, con un seguimiento telefónico diario y con el consumo de paracetamol.
Una vez que los profesionales de la salud que monitorean un caso de coronavirus consideran que la enfermedad pudo haber finalizado su ciclo, realizan dos hisopados más y si ambos dan negativo, el paciente es dado de alta.
Sobre la generación de anticuerpos que garanticen inmunidad ante la enfermedad, Belén señaló: “De la cepa que me contagié no me puedo volver a infectar, de las otras dos que circulan en el país, sí”.
“Jamás saqué a la enfermedad del contexto de que es una gripe y que nosotros somos personas jóvenes, y que no iba a pasar a mayores”, aseguró la joven y concluyó: “Igual, nunca tuvimos seguridad de qué nos iba a pasar porque nadie lo sabía”.
Fuente y foto: Rosario Plus
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