Continúa la incertidumbre en torno a la crisis que sufre la cadena láctea. Al cierre de la planta ubicada en Centeno, desde hace 40 días, se le suma la paralización de la empresa en Gálvez, donde también hay pagos adeudados.
La situación es crítica y se espera que la casa matriz de SanCor libere los activos para que, al menos de la planta de Centeno, pueda ser vendida o revivir en forma de cooperativa por parte de sus trabajadores.
“El último pago fue hace unos 20 días, que nos depositaron 8.000 pesos, pero nos adeudan parte de febrero y de marzo. Ahora se acerca la fecha de cobro de abril pero no tenemos noticias. Que alguien dé la cara”, reclamó uno de los trabajadores.
El jefe comunal Juan Gufi precisó, en ese sentido, que el funcionamiento de Sancor vierte más de 2 millones de pesos mensuales a la economía de Centeno y la falta se siente.
Los trabajadores, con el apoyo de la población, anunciaron temprano que este viernes, si siguen sin cobrar, cortarán la ruta 34 para hacer más visible la crítica situación que les toca atravesar.
En tanto, los empleados de la planta que tiene Sancor en la localidad de Gálvez, departamento San Jerónimo, iniciaron un acampe pacífico desde la cero hora de este jueves frente a la empresa. La medida fue tomada para pedirle certezas a la firma sobre la situación laboral de los 300 empleados.
En #SanCor de #Gálvez ahora. Acampe y cese total de actividades. El plan de lucha se extiende a otras usinas de la cooperativa. pic.twitter.com/8YnRcVH92x
— Rodrigo Miro (@RodrigoMiro76) April 26, 2017
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